Comentario del partido Temperley 2 - Estudiantes de Buenos Aires 0 jugado el Viernes 7 de Diciembre de 2007
En realidad, que el Celeste perdiera hoy hubiera sido un sacrilegio a la memoria, a una fecha histórica en el recuerdo de todos. Casi podríamos decir que algunos toques de Quevedo y Núñez bajaron de la inspiración del "Pepe" Biondi y el "Negro" Magalhaes, que algun oportuno cierre de Sosa o Diego Rodríguez, fueron transmitidos telepáticamente por el "Tano" Ricardo Salvador, que en alguna atajada de Mendoza intervino el "Nando" Nestor Hernandorena o el "Tano" Mercuri, que Impallari se contagió en el oportunismo de Pedro Patti y que, sin dudas Rubén Di Bastiano le dió un impulso adicional al fierrazo de Quevedo.
Los Próceres del '74 sentados en la platea presenciaron la que fue, quizás, una de las mejores producciones futbolísticas del torneo. Probablemente, sin mucho vuelo pero en épocas de vacas flacas, hay que conformase con poco y la gente que fue al Beranger, que se rompió las manos saludando en el entretiempo a los ídolos del pasado, despidió con aliento, aprobando la actuación del equipo.
En realidad, la noche no había comenzado con todas las luces. de hecho por primera vez desde que la inauguraron la instalación lumínica falló y demoró media hora en volver a arrancar.
La paciencia de las gente, tuvo sus frutos y no podemos soslayar que el técnico Celeste tuvo que ver en esta actuación y que el rival con su agresividad, pero con sus flaquezas defensivas también influyó.
José Barrella, para este partido planteó quizás uno de los esquemas mas ambiciosos del torneo, con tres jugadores en el fondo, Giannuzio como único volante central, dos carrileros que trepaban por sus puntas, dos enganches que rotaban y se buscaban y dos delanteros bien de punta. El ingreso de Gozzarelli en lugar de Pajón pasando Micheli a la banda derecha le dio al equipo una agresividad distinta en ofensiva, aunque simultáneamente generó algunos desbalances en defensa que, no fueron aprovechados por Estudiantes.
Della Picca, también planteó un partido ofensivo. Con Bustos y Zárate por afuera, Lamas y Lillo en el centro tratando de copar la parada y adelante, Martín y Jeandet, dos delanteros importantes para la categoría rotando e inquietando.
Dos equipos en actitud ofensiva generaron en el inicio un partido muy abierto, en el cual la mitad de la cancha era un sitio de mero tránsito veloz. Los dos llegaban y los dos generaban peligro, pero el Celeste acertó primero.
A los '2 Bustos le ganó la espalda a Luis Rodríguez, sacó un preciso centro a la carrera y Jeandet, solo en el centro del área chica, cabeceó por arriba del horizontal. A los '6 Luis Rodríguez, lanzó uno de los tantos centros que arroja los cuales, habitualmente son para el fácil rechazo de la defensa, en este caso, encontró con precisión quirúrgica la cabeza de Impallari entre los defensores Crespín y Ludueña. El delantero ex Morón definió con mucha clase, cabezazo bombeado por encima de "Cubito" Cáceres quien se estiró pero no logró llegar. Casi desde el vestuario Temperley ganaba el partido.
El rival se fue con todo a buscar el empate y la defensa Celeste no hacía pie. Todos los pelotazos cruzados sobre el área para Martín y Jeandet eran ganados por los delanteros visitantes, los rebotes también. A los '11 Martín agarró un rebote de primera y sacó un fuerte remate bien contenido por Mendoza, a los '14 un pase del mismo Martín encontró solo a Bustos quien en el mano a mano definió muy mal por encima del horizontal.
Temperley sufría, pero Estudiantes también pues iba y se descuidaba. Un centro de Núñez desde la derecha encontró solo a Gozzarelli quien no le pudo dar fuerza a su cabezazo, Quevedo ganó la posición en el área y convirtió pero Echenique anuló por una infracción que, desde nuestra posición, no vimos. Los dos equipos daban ventajas defensivas y seguían buscando el arco rival.
Suponemos, no sabemos pero suponemos, que para Juan Quevedo este partido debió haber sido algo especial. Della Picca el DT del visitante le dio salida del equipo de Caseros tras relegarlo al banco de suplentes al actual volante Celeste el cual se mostró especialmente movedizo y "picante". A los '32 arrancó desde mitad de cancha, pasó a un par de rivales en velocidad y, cuando ingresaba al área lo detuvieron con infracción. El mismo Quevedo ejecutó con violencia, superando a Cáceres y ampliando la diferencia.
Estudiantes comenzó a golpear para detener a Núñez y Quevedo, sus jugadores parecían nerviosos. A los '37 una jugada insólita. Tras una infracción no cobrada de Sosa a Martín, el "9" visitante le pegó un fuerte pechazo al árbitro Fernando Echenique haciéndolo retroceder un par de metros. El Juez del encuentro, quien suponemos que en AFA va a llegar muy lejos pues tiene menos personalidad que un árbitro de Intercountries le sacó tímidamente la tarjeta amarilla al delantero visitante cuando, a todas luces, merecía la roja sin mas trámite.
En el final de la etapa inicial lo tuvo nuevamente Bustos y desvió por el palo derecho de Mendoza, luego en la contra fue Quevedo desde afuera del área le sacó astillas al travesaño. La etapa inicial terminó del mismo modo que comenzó en un frenético ida y vuelta.
En el inicio del complemento Della Picca, sacó a Lamas y mandó a la cancha al ex Morón Pablo Rodríguez con la intención que sus delanteros tuvieran mejor habilitación. sin embargo lo del visitante era mas insinuación que peligro. por el contrario de contragolpe el Celeste era llegaba mas a fondo que su rival. Primero fue Núñez quien remató a quemarropa tras un rápido avance por derecha posibilitando la mejor atajada de Cáceres, luego fue Quevedo quien remató desviado de buena posición.
El partido era el el clásico de un equipo impotente que va pero no llega, y otro que tiene la contra regalada pero no acierta, claro que Temperley estaba tranquilo con dos goles arriba.
Llamativamente la mas clara del "Pincha" fue un error entre Diego Rodríguez y Mendoza cuando el defensor tratando de habilitar al arquero se la puso por arriba del cuerpo en una insólita emboquillada, por suerte cuando el balón ya ingresaba llegó el providencial cierre de Sosa quien salvó despejando en la misma línea de gol.
El técnico visitante siguió mandando delanteros a la cancha, ingresaron Calabria y Martella, este último, apenas ingresado tuvo una clara cuando remató cruzado ingresando por derecha, su envío superó a Mendoza y, nuevamente Sosa salvó a un metro del arco cuando la pelota ya ingresaba.
José Barrella hizo ingresar a Ariel Mendoza, tiró el equipo unos metros atrás y bajó la persiana. Estudiantes no volvió a generar peligro, en el final la mas clara volvió a ser del Celeste, Núñez anticipó a toda la defensa y con un remate a media altura superó a Cáceres, esta vez fue Crespín de Estudiantes quien salvó a su equipo en la puerta del arco con su arquero vencido.
El final fue con aplausos de aprobación y esperanza que, este tipo de rendimientos, tanto en lo individual como en lo colectivo se repitan en el inicio del 2008.
Buena actuación, buenos goles, algunas buenas jugadas en un torneo donde escasearon, con los campeones del '74 en la platea "inspirando" ¿Casualidad?, puede ser, pero insistimos, algo deben haber tenido que ver.
sábado, diciembre 08, 2007
jueves, noviembre 29, 2007
Temperley, sin energía
Comentario del partido jugado el Jueves 29 de Noviembre de 2007 entre Sarmiento 1 - Temperley 0 suspendido por corte de luz.
El Eva Perón de Sarmiento Una cancha en la cual siempre fue difícil ganar, pero al mismo tiempo una cancha en la cual, se escribieron páginas importantes en la historia de Temperley. Siempre que una camiseta Celeste pisa esa cancha, es inevitable recordarlo. De todos modos la realidad de Temperley en lo futbolístico es muy distinta a la de entonces, hoy las necesidades pasan por, pelearla por clasificar a un torneo reducido de la tercera categoría del fútbol Argentino, entonces era un ascenso a Primera. Otra diferencia es, que aquel partido se jugó una calurosa tarde de Diciembre, este, fue de noche, y mientras hubo luz, el contraste con aquel partido frente a Union de Santa Fe, fue notable.
En esta realidad Temperley llegaba a Junín tratando de recuperar, en parte los puntos perdidos en condición de local para, de algún modo, compensar dichas derrotas. El local, algunos escalones por encima, tratando de consolidar su posición en el Torneo.
Desde el arranque, el local de la mano del “Colorado” Zuleta, tomó la iniciativa, el Celeste sin meterse en su arco trataba de aguantar en el fondo, pero apenas comenzado el partido, una falla de Virardi ante un delantero que peinó la pelota anticipando y encontró al volante central Navone solo, quien definió con un remate mordido ante un sorprendido Crivelli.
Temperley trató de salir para empatar, y a los 10’ un centro bombeado para Impallari, lo encontró al delantero solo, intentó cabecear de emboqullada pero se le fue, el Celeste iba pero los errores defensivos se repetían, Toledo cada vez que encaraba a Sosa o a Diego Rodríguez ganaba y Virardi no llegaba a los cruces. A los ’12 solo mano a mano, con Crivelli, ante el estatismo de la defensa del visitante la tiró por arriba.
El partido poco a poco se convirtió en un monólogo de Sarmiento que se floreaba. El Celeste, trataba de llegar como podía, Pajón le pegó a los 18 desde lejos pero se le fue desviada. A los 19, otra contra del Celeste, la jugaron bien Núñez e Impallari, el 10 la jugó para Pajón quien reventó el travesaño en la mas clara de Temperley en la etapa inicial, en la contra el local tuvo otro mano a mano por intermedio de Zuleta salvado por Crivelli.
Poco a poco, el local tuvo un quedo, y el Celeste comenzó a adelantarse en el campo de juego, un desborde por izquierda de Núñez encontró la cabeza de Virardi que se fue por arriba del travesaño. El local, atacaba menos, pero cada vez que se lo proponía, lastimaba..
El Celeste a los ’35 tuvo otra, un tiro libre de Quevedo, fue salvado por Burela por arriba del travesaño. Los dos equipos mostraban sus antecedentes, el local con mas goles, convirtió la suya, Temperley no podía definir las suyas. A los 39’ otro remate de Pajón fue contenido por el arquero local.
El final del primer tiempo encontró al Celeste en ataque, pero sin la eficacia de su rival la cual, en definitiva fue la que marcó la diferencia.
En el inicio el partido siguió de ida y vuelta, la movilidad de Toledo por el local, y Quevedo que, sobre los 2’ remató de afuera, y apenas desviado, pero el local tenía mucho mas fútbol
Sarmiento nuevamente comenzó a manejar la pelota y los volantes del Celeste rifaban la pelota y no lograban encontrar a los jugadores de ofensiva. Nuñez e Impallari estaban aislados de sus compañeros. Temperley perdía uno a cero y, llamativamente jugaba de contra Sobre los 19’ entró Pertot por el lesionado Pajón que no estaba haciendo un mal partido, pero no aportó demasiado, como en el resto del torneo.
Temperley perdía y no encontraba la vuelta hasta que la instalación eléctrica del Eva Perón dijo basta. Voló la instalación y Gabriel Guillaume suspendió el partido a los 29’ del segundo tiempo. Quedan 16 minutos para tratar de, por lo menos, salvar un punto. Habrá que volver a viajar 260 kilómetros de ida, y vuelta. Una complicación adicional a una campaña con muchas mas dificultades que momentos gratos. Esta ha sido, solamente, uno mas de tantos.
En esta realidad Temperley llegaba a Junín tratando de recuperar, en parte los puntos perdidos en condición de local para, de algún modo, compensar dichas derrotas. El local, algunos escalones por encima, tratando de consolidar su posición en el Torneo.
Desde el arranque, el local de la mano del “Colorado” Zuleta, tomó la iniciativa, el Celeste sin meterse en su arco trataba de aguantar en el fondo, pero apenas comenzado el partido, una falla de Virardi ante un delantero que peinó la pelota anticipando y encontró al volante central Navone solo, quien definió con un remate mordido ante un sorprendido Crivelli.
Temperley trató de salir para empatar, y a los 10’ un centro bombeado para Impallari, lo encontró al delantero solo, intentó cabecear de emboqullada pero se le fue, el Celeste iba pero los errores defensivos se repetían, Toledo cada vez que encaraba a Sosa o a Diego Rodríguez ganaba y Virardi no llegaba a los cruces. A los ’12 solo mano a mano, con Crivelli, ante el estatismo de la defensa del visitante la tiró por arriba.
El partido poco a poco se convirtió en un monólogo de Sarmiento que se floreaba. El Celeste, trataba de llegar como podía, Pajón le pegó a los 18 desde lejos pero se le fue desviada. A los 19, otra contra del Celeste, la jugaron bien Núñez e Impallari, el 10 la jugó para Pajón quien reventó el travesaño en la mas clara de Temperley en la etapa inicial, en la contra el local tuvo otro mano a mano por intermedio de Zuleta salvado por Crivelli.
Poco a poco, el local tuvo un quedo, y el Celeste comenzó a adelantarse en el campo de juego, un desborde por izquierda de Núñez encontró la cabeza de Virardi que se fue por arriba del travesaño. El local, atacaba menos, pero cada vez que se lo proponía, lastimaba..
El Celeste a los ’35 tuvo otra, un tiro libre de Quevedo, fue salvado por Burela por arriba del travesaño. Los dos equipos mostraban sus antecedentes, el local con mas goles, convirtió la suya, Temperley no podía definir las suyas. A los 39’ otro remate de Pajón fue contenido por el arquero local.
El final del primer tiempo encontró al Celeste en ataque, pero sin la eficacia de su rival la cual, en definitiva fue la que marcó la diferencia.
En el inicio el partido siguió de ida y vuelta, la movilidad de Toledo por el local, y Quevedo que, sobre los 2’ remató de afuera, y apenas desviado, pero el local tenía mucho mas fútbol
Sarmiento nuevamente comenzó a manejar la pelota y los volantes del Celeste rifaban la pelota y no lograban encontrar a los jugadores de ofensiva. Nuñez e Impallari estaban aislados de sus compañeros. Temperley perdía uno a cero y, llamativamente jugaba de contra Sobre los 19’ entró Pertot por el lesionado Pajón que no estaba haciendo un mal partido, pero no aportó demasiado, como en el resto del torneo.
Temperley perdía y no encontraba la vuelta hasta que la instalación eléctrica del Eva Perón dijo basta. Voló la instalación y Gabriel Guillaume suspendió el partido a los 29’ del segundo tiempo. Quedan 16 minutos para tratar de, por lo menos, salvar un punto. Habrá que volver a viajar 260 kilómetros de ida, y vuelta. Una complicación adicional a una campaña con muchas mas dificultades que momentos gratos. Esta ha sido, solamente, uno mas de tantos.
domingo, noviembre 18, 2007
La falta de definición fue Mortal
Comentario del partido entre Temperley 0 - Comunicaciones 1 disputado el Domingo 18 de Noviembre de 2007 en el Beranger.
Vamos a comenzar con el final. La sensación térmica dentro del campo de juego por las protestas de algunos jugadores, sumado a los insultos desde la platea y los gritos en la tribuna daban como principal responsable de la derrota Celeste al árbitro Gastón Meinere. Pensamos que esto no es así.
Meinere mostró un nivel técnico desastroso, un estado físico deplorable para un árbitro de una categoría de fútbol profesional, cometió graves errores a lo largo de todo el partido, dirigió todo el encuentro a cincuenta metros de las jugadas, pero de ninguna manera fue el factor clave de la derrota. ¿Pudo haber sido penal un enganche a Impallari?, puede ser. ¿Pudo no haber sido foul la jugada previa al gol del visitante?, puede ser, pero un equipo que tiene a favor cuatro jugadas mano a mano con el arquero, decenas de jugadas en ataque con superioridad numérica no definiendo ninguna bien, y en las tres o cuatro jugadas de pelotas parada o en movimiento en contra en la propia area, incluyendo la del gol, pierda las marcas en forma infantil, debe primariamente, buscarle explicaciones a la derrota mirando hacia adentro, y no hacia un grandote panzón vestido de negro que fue horrible, pero para los dos equipos.
El partido fue bastante distinto a lo que estamos acostumbrados a ver en el Beranger. Comunicaciones, un rival con limitaciones, presentó una propuesta con poca marca en la mitad de la cancha, lo cual le provocaba a los mediocampistas y delanteros Celestes contar con muchos espacios y grandes ventajas para generar y definir situaciones de riesgo.
En ataque el Cartero buscaba al "gordo" Gianfelice quien lanzaba peligrosos centros sobre el área Celeste que intentaban ser capitalizados por Vildozo y Torres. Este argumento simple complicaba al fondo de Temperley que no atinaba a frenar los centros, ni a anticipar a los cabeceadores.
Sin embargo, cuando Giannunzio o Micheli recuperaban, Luis Rodríguez, por izquierda, Quevedo, Maxi Núñez e Impallari contaban con enormes espacios libres para maniobrar en ataque y definir las jugadas casi a voluntad. Cada contra de Temperley tenía "aroma" a gol, sin embargo, como en todo el campeonato, los delanteros Celestes no estuvieron finos a la hora de definir.
Sobre los '5 Luis Rodríguez corrió por el centro cuarenta metros con la pelota sin que nadie se le interpusiera, y desde la puerta del área sacó un remate fuerte que salió apenas desviado. Sobre los 10', la mas clara. Una buena jugada de Emiliano Impallari (de buen primer tiempo), aguantó la pelota y dejó solo a Núñez mano a mano, el "petiso" le pegó fuerte, al segundo palo y la pelota se le fue afuera por centímetros.
Un corte de Micheli en la mitad de la cancha, dejó solo a Quevedo quien desde la puerta del área, pero solo remató afuera.
A los '24 , tras un corner, una media vuelta de Sosa salió por arriba del horizontal.
El Celeste era mucho mas que un rival que, tenía alguna posibilidad tras los consabidos centros de Gianfelice.
Sobre los '27 Meinere para el partido para que los jugadores y especialmente El (boqueaba como pescado fuera del agua) se refresquen. Este parate perjudicó al Celeste pues no pudo retomar tras el mismo el ritmo de los primeros minutos. Comunicaciones tuvo un pasaje en el que manejó el partido, pero sin generar nada serio, sin embargo iba a ser nuevamente Impallari, en otra buena jugada quien cediera nuevamente a Núñez y el delantero Celeste, nuevamente desde muy buena posición rematara al medio, permitiendo a Giordano contener.
En el balance, mas allá del cero a cero, la gente mostraba conformidad con lo hecho por el equipo pero lamentaba la falta de definición.
El inicio del complemento volvió a encontrar mejor parado al Celeste. Quevedo y Núñez con espacios y movilidad complicaban al fondo visitante. En la contra solo Gianfelice presentaba alguna posibilidad de riesgo como a los '3, obligando a Crivelli a desviar al corner.
Pero el Celeste perdía una chance tras otra. A los '4 Quevedo desde la puerta del área, solo remata fuerte y desvía por centímetros, a los 13' un buen pase de Quevedo a Núñez, encuentra al chiquito solo, y vuelve a definir mal, por tercera vez en el partido.
Pizzo comenzó a hacer cambios para tratar de aguantar el encuentro. Barrella hizo un cambio para tratar de ganar el partido, sacó a Mauro Pajón y puso a Sergio Salomone parando un enganche y tres delanteros netos.
El Celeste comenzó a equivocarse cada vez mas seguido con la pelota permitiendo al visitante a equiparar el juego. Sin embargo tuvo otra clara. Un tiro libre de Quevedo desde la derecha, con Giordano haciendo "vista" lamió el palo derecho del arquero.
Sobre los '31 la primera polémica, le cae una pelota a Impallari dentro del área de espaldas al arco, el delantero Celeste le hace un sombrero a un rival el cual lo tala de abajo. En el centro de la cancha era una evidente infracción en el área fue un "siga siga"
Sobre los '34, en la puerta del área Celeste sobre la izquierda pelota alta para Gianfelice marcado por Salomón. El delantero se tomó del cuerpo del defensor Celeste quien, a su vez, a posteriori, al perder el equilibrio lo tomó del cuello. Ambos cayeron al piso y el árbitro en lugar de pitar la primera infracción, cobró la segunda.
El centro fue de Gianfelice. Cuatro jugadores del visitante picaron al primer palo dejando arrastrando la marca de varios defensores Celestes, en el segudo palo quedaron tres delanteros rivales, solos, con Crivelli, uno de ellos, el ingresado Camargo, cabeceó de pique al piso, Crivelli no pudo contener y uno a cero.
La gente no lo podía creer, se la agarraba con el banco de Comunicaciones, con el tipo de la transmision partidaria que gritaba el gol, con Meinere, con todos.
Faltaban 9 minutos pero los nervios y el cansancio hicieron que poco pudiera hacer el Celeste, siguiera, para generar situaciones de gol.
Apenas hubo tiempo para que debutara Sergio Lopez, de apenas 17 años de edad (¿era momento para hacerlo entrar?) y para que Rodrigo Salomón recibiera su segunda amarilla y fuera expulsado.
El balance es con un sabor agridulce. El equipo tuvo una evolución en lo futbolístico, pero volvió a carecer de gol y definición. En otras oportunidades esta falta de gol se tradujo en empates, en este partido, se pagó con una derrota.
Barrella tiene ahora dos semanas para trabajar en los dos partidos finales del año. Será importante sumar en ambos para no quedar tan lejos de la clasificación. De todos modos, en este punto y con el nivel futbolístico mostrado en lo que va del torneo, pensar en pelear por algo es, por lo menos, una utopía.
miércoles, noviembre 14, 2007
Temporal Celeste en Morón
Comentario del partido entre el Deportivo Morón 0 - Temperley 2 jugado el Martes 13 de Noviembre de 2007 en cancha del Deportivo Morón
Segunda victoria consecutiva del Celeste con una clara evolución del equipo en función defensiva y con una gran eficiencia en materia ofensiva, convirtiendo dos goles en otras tantas llegadas a fondo.
Un partido que, a priori era una lucha de necesidades, por un lado el local con un técnico con mucha historia en el club, pero al mismo tiempo muy cuestionado por el rendimiento del equipo en los últimos partidos, por el otro, el Celeste con un rendimiento irregular tanto desde lo futbolístico como en lo referido a los resultados obtenidos hasta el momento.
José Barrella decidió, quizás por las condiciones de la cancha, un cambio respecto al partido pasado, Nieto, un “rapidito” ingresó en lugar de Pertot, alguien que en lo poco que jugó en la primera de Temperley tuvo como característica primordial la lentitud.
Al inicio del partido el Gallo de la mano de Pablo Casado se hizo protagonista. Tanto en la corta como en la larga el ex Cambaceres comenzó a manejar los hilos del partido y de su equipo. El Celeste trataba de recuperar en la mitad de la cancha y salir de contra con la velocidad de Nieto y Quevedo pues Núñez no encontraba el juego.
Los primeros diez minutos del partido fueron con un leve predominio del local, pero sin llegadas de peligro para ninguno de los dos arcos. Los dos equipos mostraban imprecisiones en la puntada final.
El Celeste trataba de anticipar a los volantes del local lejos de su arco y presionando muy concentrados, lograba que el juego se desarrolle, más allá de un par de corners en la mitad de la cancha, pero no tenía posibilidades Hasta la mitad de la etapa inicial los arqueros fueron espectadores de lujo pues ninguno de los dos tocó la pelota salvo para hacer un saque de arco.
Sobre los ’27 un pase perfecto de Casado en profundidad para Grana ganando las espaldas de Sosa y Falczuk de frente al arco se lo perdió solo. Fue la primera llegada a fondo del Gallo. Cuando el “10” se enchufaba Morón era mas, cuando desaparecía el partido entraba en una medianía con juego parejo y sin llegadas.
A los 35’ una jugada de Vega que despegó por derecha, Sosa se lo lleva puesto a Falczuk, lo cuerpeó, “voló” el delantero y el árbitro Stoklas marcó un penal. La ejecución de Grana a media altura se fue increíblemente afuera por el palo izquierdo de Crivelli.
El partido igual era todo del Gallo pues el Celeste no tenía fútbol ni mucho menos reacción anímica. Todo era aguantar el temporal. Un pase de Casado para Akerman encontró al delantero solo ante la defensa Celeste muy parada y el delantero del local reventó el palo derecho de Crivelli con un fuerte remate.
El local atacaba pero solo lograba trascender a través de sus individualidades. Las del Celeste como Nuñez y Quevedo estuvieron ausentes y sin aviso. Por eso, Morón tuvo dos claras y Temperley no pateó al arco en todo el primer tiempo de esta manera, sin dudas, el Celeste en la etapa inicial la sacó bastante barata.
El inicio del complemento fue una continuidad de la etapa inicial. El local al ataque forzó de la mano de Casado un par de tiros de esquina. El Celeste jugaba a aguantar el partido sin la menor trascendencia ofensiva, salvo por alguna jugada de Quevedo que tuvo algunos chispazos interesantes. En el fondo comenzaban a aflorar algunos errores en el fondo Celeste. Una mala salida de Diego Rodríguez casi le regala el gol al local.
Sobre los 13’ un centro pasado y cruzado de Mario Grana encontró a Cerruti en el segundo palo y solo sacó un fuerte cabezazo magistralmente sacado por Federico Crivelli al corner. Una atajada fundamental para lo que iba a ser el resultado final del partido.
Entonces, al local se le vino el temporal. Comenzó la lluvia y Temperley empezó a ganar el partido.
A los 15’ Barrella sacó a Nieto y puso a Luis Rodríguez. Un minuto después, un largo envío sobre el área del local fue peinado por Impallari, la pelota le quedó al recién ingresado Luis Rodríguez quien con un fuerte remate bajo venció a Griffo en el primer remate franco al arco. Primera pelota que tocaba el ex Arsenal Increíble pero real.
Daniele mandó a la cancha a Fuentes para tratar de empatar lo más rápido posible. Salió Casado y Grana se paró de enganche pero no anduvo. Desde la platea bajaban insultos de todo calibre para el equipo local que era un manojo de nervios. Temperley salía de contra y generó un tiro libre que apenas se le fue a Mauro Pajón. Temperley volvía a jugar a aguantar el partido frente a un rival que con más desesperación que fútbol iba al ataque. Daniele sacó a Grana y puso a Pedro Esquivel quien con mayor movilidad comenzó a complicar a la defensa Celeste tocando de primera, generando pelotas paradas y llegando al fondo.
Temperley se defendía como podía. Giannunzio y Micheli fueron amonestados. Entró Virardi por Núñez y se paró junto a Sosa y Salomón para cabecear todo. Morón ya sin fútbol comenzó a bombardear el área de centros. La cancha estaba completamente inclinada para el arco de Crivelli. Los remates de los jugadores de Morón rebotaban en piernas y caían el las manos del arquero Celeste.
Hasta que en una contra, se equivocó increíblemente Denis a quien el barro le jugó una mala pasada y Juan Manuel Quevedo se la llevó solo 50 metros, hizo la gambeta superando a Griffo y definió muy bien.
Morón era todo locura. Afuera y Adentro. Otra contra de Impallari, casi igual que la de Quevedo fue marrada por centímetros.
El final encontró bajo un coro de insultos y silbidos para el local, el loco festejo de los jugadores y cuerpo técnico Celeste.
Un triunfo muy importante desde lo anímico y un planteo riesgoso pero que a la larga demostró ser inteligente aprovechando la desesperación del local.
Un partido que, a priori era una lucha de necesidades, por un lado el local con un técnico con mucha historia en el club, pero al mismo tiempo muy cuestionado por el rendimiento del equipo en los últimos partidos, por el otro, el Celeste con un rendimiento irregular tanto desde lo futbolístico como en lo referido a los resultados obtenidos hasta el momento.
José Barrella decidió, quizás por las condiciones de la cancha, un cambio respecto al partido pasado, Nieto, un “rapidito” ingresó en lugar de Pertot, alguien que en lo poco que jugó en la primera de Temperley tuvo como característica primordial la lentitud.
Al inicio del partido el Gallo de la mano de Pablo Casado se hizo protagonista. Tanto en la corta como en la larga el ex Cambaceres comenzó a manejar los hilos del partido y de su equipo. El Celeste trataba de recuperar en la mitad de la cancha y salir de contra con la velocidad de Nieto y Quevedo pues Núñez no encontraba el juego.
Los primeros diez minutos del partido fueron con un leve predominio del local, pero sin llegadas de peligro para ninguno de los dos arcos. Los dos equipos mostraban imprecisiones en la puntada final.
El Celeste trataba de anticipar a los volantes del local lejos de su arco y presionando muy concentrados, lograba que el juego se desarrolle, más allá de un par de corners en la mitad de la cancha, pero no tenía posibilidades Hasta la mitad de la etapa inicial los arqueros fueron espectadores de lujo pues ninguno de los dos tocó la pelota salvo para hacer un saque de arco.
Sobre los ’27 un pase perfecto de Casado en profundidad para Grana ganando las espaldas de Sosa y Falczuk de frente al arco se lo perdió solo. Fue la primera llegada a fondo del Gallo. Cuando el “10” se enchufaba Morón era mas, cuando desaparecía el partido entraba en una medianía con juego parejo y sin llegadas.
A los 35’ una jugada de Vega que despegó por derecha, Sosa se lo lleva puesto a Falczuk, lo cuerpeó, “voló” el delantero y el árbitro Stoklas marcó un penal. La ejecución de Grana a media altura se fue increíblemente afuera por el palo izquierdo de Crivelli.
El partido igual era todo del Gallo pues el Celeste no tenía fútbol ni mucho menos reacción anímica. Todo era aguantar el temporal. Un pase de Casado para Akerman encontró al delantero solo ante la defensa Celeste muy parada y el delantero del local reventó el palo derecho de Crivelli con un fuerte remate.
El local atacaba pero solo lograba trascender a través de sus individualidades. Las del Celeste como Nuñez y Quevedo estuvieron ausentes y sin aviso. Por eso, Morón tuvo dos claras y Temperley no pateó al arco en todo el primer tiempo de esta manera, sin dudas, el Celeste en la etapa inicial la sacó bastante barata.
El inicio del complemento fue una continuidad de la etapa inicial. El local al ataque forzó de la mano de Casado un par de tiros de esquina. El Celeste jugaba a aguantar el partido sin la menor trascendencia ofensiva, salvo por alguna jugada de Quevedo que tuvo algunos chispazos interesantes. En el fondo comenzaban a aflorar algunos errores en el fondo Celeste. Una mala salida de Diego Rodríguez casi le regala el gol al local.
Sobre los 13’ un centro pasado y cruzado de Mario Grana encontró a Cerruti en el segundo palo y solo sacó un fuerte cabezazo magistralmente sacado por Federico Crivelli al corner. Una atajada fundamental para lo que iba a ser el resultado final del partido.
Entonces, al local se le vino el temporal. Comenzó la lluvia y Temperley empezó a ganar el partido.
A los 15’ Barrella sacó a Nieto y puso a Luis Rodríguez. Un minuto después, un largo envío sobre el área del local fue peinado por Impallari, la pelota le quedó al recién ingresado Luis Rodríguez quien con un fuerte remate bajo venció a Griffo en el primer remate franco al arco. Primera pelota que tocaba el ex Arsenal Increíble pero real.
Daniele mandó a la cancha a Fuentes para tratar de empatar lo más rápido posible. Salió Casado y Grana se paró de enganche pero no anduvo. Desde la platea bajaban insultos de todo calibre para el equipo local que era un manojo de nervios. Temperley salía de contra y generó un tiro libre que apenas se le fue a Mauro Pajón. Temperley volvía a jugar a aguantar el partido frente a un rival que con más desesperación que fútbol iba al ataque. Daniele sacó a Grana y puso a Pedro Esquivel quien con mayor movilidad comenzó a complicar a la defensa Celeste tocando de primera, generando pelotas paradas y llegando al fondo.
Temperley se defendía como podía. Giannunzio y Micheli fueron amonestados. Entró Virardi por Núñez y se paró junto a Sosa y Salomón para cabecear todo. Morón ya sin fútbol comenzó a bombardear el área de centros. La cancha estaba completamente inclinada para el arco de Crivelli. Los remates de los jugadores de Morón rebotaban en piernas y caían el las manos del arquero Celeste.
Hasta que en una contra, se equivocó increíblemente Denis a quien el barro le jugó una mala pasada y Juan Manuel Quevedo se la llevó solo 50 metros, hizo la gambeta superando a Griffo y definió muy bien.
Morón era todo locura. Afuera y Adentro. Otra contra de Impallari, casi igual que la de Quevedo fue marrada por centímetros.
El final encontró bajo un coro de insultos y silbidos para el local, el loco festejo de los jugadores y cuerpo técnico Celeste.
Un triunfo muy importante desde lo anímico y un planteo riesgoso pero que a la larga demostró ser inteligente aprovechando la desesperación del local.
viernes, noviembre 09, 2007
Un Zapatazo, cambió la historia
Comentario del partido jugado entre Temperley 2 - Acasusso 1 jugado el Viernes 9 de Noviembre de 2007 en el Beranger.
No pintaba bien la cosa. El equipo había hecho un pésimo primer tiempo y en el inicio del segundo, parecía que las imprecisiones se repetían pero un remate de afuera del área de Pajón cambió el rumbo de un partido que se encaminaba irremediablemente a otra lamentable actuación.
Vayamos al principio. El técnico Celeste cambió el esquema. Paró línea de tres en el fondo, doble cinco, dos carrileros, un enganche y dos delanteros. Pocos minutos habían transcurrido del partido cuando, en todo el estadio era evidente que, nuevamente el planteo previo no se plasmaba en algo positivo.
Temperley no agarraba la pelota. La simple presión del visitante sobre quienes habitualmente tratan de manejar el juego en el Celeste cortó todos los circuitos futbolísticos y produjo una actuación de cuarenta y cinco minutos pegando pelotazos a cualquier lado, pases a los rivales y situaciones que rondaron mas lo grotesco que lo futbolístico.
Los carrileros no lograban superar la línea de los volantes rivales, Giannunzio, y en especial Micheli no recuperaban y cuando por algún rebote lograban hacerse del balón no acertaban en los pases. Quevedo y Núñez insistían en jugadas individuales y el pobre Impallari, como es habitual, era todo lucha, pero nada de claridad.
Con muy poco Acasusso era mas. La movilidad de Moramarco (un clon del Polaquito Wisniewski) y la fuerza de Montenegro alcanzaban para complicar a una defensa Celeste que siempre dudaba entre salir a cortar o esperar a los rivales. A los 15' El ex San Miguel Mazulli, hizo una apilada por derecha dejando varios jugadores Celestes parados y quedó mano a mano con Crivelli quien, en gran acción logró evitar el gol.
A los 25' un fuerte remate de Montenegro se fue muy cerca del poste derecho del arquero Celeste.
Temperley por su parte, no llegaba siquiera a rematar al arco, todo era confusión y nerviosismo que comenzaba desde el mismo banco de suplentes. Barrella, descontrolado, se hizo expulsar y en una actitud insólita caminó lentamente por el medio de la cancha demorando el reinicio del partido.
El visitante jugaba un poco mejor, pero tampoco le sobraba nada. Sus defensores mostraban serias limitaciones y los volantes, terminaban las jugadas con pelotazos para el grandote Montenegro que, comenzó ganando pero, poco a poco fue controlado por Salomón.
El mismo Rodrigo Salomón tuvo en su cabeza, tras un centro de Pertot con pelota parada, la única situación clara a favor del Celeste anticipando a la defensa y cabeceando apenas desviado.
El único detalle que matizó un primer tiempo realmente horrible fueron los desatinos de Derevnín quien trató de calentar un partido que, por lo chato, no daba ni para eso.
El complemento comenzó parecido a la etapa inicial, con la diferencia que los volantes Celestes se pararon unos metros mas adelante. A los '4 Giannunzio avisó lo que se venía, sacó un fuerte remate apenas desviado.
Sobre los 10' un arranque por izquierda de Núñez culminó con un cambio de frente para Mauro Pajón quien, entrando por derecha desde unos 25 metros sacó un violento remate que sorprendió al arquero Ruhl, rozó la parte inferior del travesaño y explotó en la red. Era el uno a cero.
Nunca nos gustó hablar de merecimientos en nuestros comentarios pero, en este caso debemos reconocer que poco había hecho el Celeste, hasta ese momento para ir en ventaja.
El técnico De la Riva, ensayó en pocos minutos tres cambios, parando a su equipo con línea de tres y tratando con el ingreso del ex Tigre, Figún de crecer en volúmen de juego para alimentar a Montenegro. Afortunadamente no le dieron demasiado resultado los cambios.
Sobre los 22' un centro a media altura de Luis Rodríguez que iba hacia Quevedo, sin representar un gran peligro potencial para Acasusso fue detenido con el brazo infantilmente por Mazulli dentro del área. Derevnin, a tres metros de la jugada marcó el penal. Emiliano Impallari, con un fuerte remate alto volvió a hacer explotar la red. Dos a cero y recordando la etapa inicial parecía dificil de creer.
El visitante se fue ciegamente a buscar el descuento. Los volantes y delanteros Celestes tenían todas las ventajas para definir de contra pues quedaban tres o cuatro jugadores contra dos defensores. Pero no hubo forma. Núñez, muy cansado, no podía encontrar claridad y siempre el último pase fallaba.
A los 37' en uno de los tantos intentos desesperados de Acasusso, le quedó la pelota a Brito en la puerta del área, sacó un fuerte remate frontal que no pudo ser detenido por Crivelli, la defensa Celeste "durmió" en el rebote que fue alcanzado por Montenegro quien, a un metro del arco descontó.
Parecía que se venía un final sufrido. Pero nada de eso sucedió. El visitante, salvo por un par de centros cruzados no inquietó a la valla de Crivelli y, por el contrario, el Celeste estuvo muy cerca de aumentar a través de Giannunzio quien cerca del final gambeteó a dos rivales y sacó un espectacular remate que fue descolgado del ángulo por el arquero Ruhl.
El final, tanto para los protagonistas, como para la hinchada fue mas un desahogo que un festejo.
No nos gusta acomodar los comentarios a los resultados. Si bien celebramos la victoria y los tres puntos, salvo por el resultado poco hay para resaltar sobre esta actuación de Temperley. El equipo no mostró evolución alguna respecto a las últimas actuaciones y los dos cambios introducidos, no mostraron un efecto positivo sobre el equipo.
No habrá demasiado tiempo para recomponer, ni mucho menos para festejar. El martes habrá que ir a Morón y, seguramente, para no venir con las manos vacías el equipo deberá mejorar considerablemente su nivel. Esperemos que así sea.
No pintaba bien la cosa. El equipo había hecho un pésimo primer tiempo y en el inicio del segundo, parecía que las imprecisiones se repetían pero un remate de afuera del área de Pajón cambió el rumbo de un partido que se encaminaba irremediablemente a otra lamentable actuación.
Vayamos al principio. El técnico Celeste cambió el esquema. Paró línea de tres en el fondo, doble cinco, dos carrileros, un enganche y dos delanteros. Pocos minutos habían transcurrido del partido cuando, en todo el estadio era evidente que, nuevamente el planteo previo no se plasmaba en algo positivo.
Temperley no agarraba la pelota. La simple presión del visitante sobre quienes habitualmente tratan de manejar el juego en el Celeste cortó todos los circuitos futbolísticos y produjo una actuación de cuarenta y cinco minutos pegando pelotazos a cualquier lado, pases a los rivales y situaciones que rondaron mas lo grotesco que lo futbolístico.
Los carrileros no lograban superar la línea de los volantes rivales, Giannunzio, y en especial Micheli no recuperaban y cuando por algún rebote lograban hacerse del balón no acertaban en los pases. Quevedo y Núñez insistían en jugadas individuales y el pobre Impallari, como es habitual, era todo lucha, pero nada de claridad.
Con muy poco Acasusso era mas. La movilidad de Moramarco (un clon del Polaquito Wisniewski) y la fuerza de Montenegro alcanzaban para complicar a una defensa Celeste que siempre dudaba entre salir a cortar o esperar a los rivales. A los 15' El ex San Miguel Mazulli, hizo una apilada por derecha dejando varios jugadores Celestes parados y quedó mano a mano con Crivelli quien, en gran acción logró evitar el gol.
A los 25' un fuerte remate de Montenegro se fue muy cerca del poste derecho del arquero Celeste.
Temperley por su parte, no llegaba siquiera a rematar al arco, todo era confusión y nerviosismo que comenzaba desde el mismo banco de suplentes. Barrella, descontrolado, se hizo expulsar y en una actitud insólita caminó lentamente por el medio de la cancha demorando el reinicio del partido.
El visitante jugaba un poco mejor, pero tampoco le sobraba nada. Sus defensores mostraban serias limitaciones y los volantes, terminaban las jugadas con pelotazos para el grandote Montenegro que, comenzó ganando pero, poco a poco fue controlado por Salomón.
El mismo Rodrigo Salomón tuvo en su cabeza, tras un centro de Pertot con pelota parada, la única situación clara a favor del Celeste anticipando a la defensa y cabeceando apenas desviado.
El único detalle que matizó un primer tiempo realmente horrible fueron los desatinos de Derevnín quien trató de calentar un partido que, por lo chato, no daba ni para eso.
El complemento comenzó parecido a la etapa inicial, con la diferencia que los volantes Celestes se pararon unos metros mas adelante. A los '4 Giannunzio avisó lo que se venía, sacó un fuerte remate apenas desviado.
Sobre los 10' un arranque por izquierda de Núñez culminó con un cambio de frente para Mauro Pajón quien, entrando por derecha desde unos 25 metros sacó un violento remate que sorprendió al arquero Ruhl, rozó la parte inferior del travesaño y explotó en la red. Era el uno a cero.
Nunca nos gustó hablar de merecimientos en nuestros comentarios pero, en este caso debemos reconocer que poco había hecho el Celeste, hasta ese momento para ir en ventaja.
El técnico De la Riva, ensayó en pocos minutos tres cambios, parando a su equipo con línea de tres y tratando con el ingreso del ex Tigre, Figún de crecer en volúmen de juego para alimentar a Montenegro. Afortunadamente no le dieron demasiado resultado los cambios.
Sobre los 22' un centro a media altura de Luis Rodríguez que iba hacia Quevedo, sin representar un gran peligro potencial para Acasusso fue detenido con el brazo infantilmente por Mazulli dentro del área. Derevnin, a tres metros de la jugada marcó el penal. Emiliano Impallari, con un fuerte remate alto volvió a hacer explotar la red. Dos a cero y recordando la etapa inicial parecía dificil de creer.
El visitante se fue ciegamente a buscar el descuento. Los volantes y delanteros Celestes tenían todas las ventajas para definir de contra pues quedaban tres o cuatro jugadores contra dos defensores. Pero no hubo forma. Núñez, muy cansado, no podía encontrar claridad y siempre el último pase fallaba.
A los 37' en uno de los tantos intentos desesperados de Acasusso, le quedó la pelota a Brito en la puerta del área, sacó un fuerte remate frontal que no pudo ser detenido por Crivelli, la defensa Celeste "durmió" en el rebote que fue alcanzado por Montenegro quien, a un metro del arco descontó.
Parecía que se venía un final sufrido. Pero nada de eso sucedió. El visitante, salvo por un par de centros cruzados no inquietó a la valla de Crivelli y, por el contrario, el Celeste estuvo muy cerca de aumentar a través de Giannunzio quien cerca del final gambeteó a dos rivales y sacó un espectacular remate que fue descolgado del ángulo por el arquero Ruhl.
El final, tanto para los protagonistas, como para la hinchada fue mas un desahogo que un festejo.
No nos gusta acomodar los comentarios a los resultados. Si bien celebramos la victoria y los tres puntos, salvo por el resultado poco hay para resaltar sobre esta actuación de Temperley. El equipo no mostró evolución alguna respecto a las últimas actuaciones y los dos cambios introducidos, no mostraron un efecto positivo sobre el equipo.
No habrá demasiado tiempo para recomponer, ni mucho menos para festejar. El martes habrá que ir a Morón y, seguramente, para no venir con las manos vacías el equipo deberá mejorar considerablemente su nivel. Esperemos que así sea.
sábado, noviembre 03, 2007
Derrota y preocupación
Las derrotas siempre duelen, pero hay derrotas que se dan por circunstancias del juego, por cuestiones de base como equipos que tienen una estructura superior que no marcan diferencia y, por lo general, no generan un gran impacto en un plantel o en los hinchas. Sin dudas, el partido jugado y perdido esta tarde en cancha de Español, en determinadas circunstancias que el técnico y los dirigentes deben decidir, debería mostrar un punto de quiebre en muchos aspectos del futbol profesional Celeste.
Es que, ni a propósito, se pueden cometer tantos desatinos, tantos errores tácticos, tantas situaciones en las cuales el equipo mostró no tener un esquema de juego definido. y como en ningún otro partido los jugadores Celestes mostraron tantos errores técnicos. Es hasta injusto destacar alguna actuación pobre pues, los jugadores claves de este equipo tuvieron un partido olvidable, y quienes ya venían jugando en bajo nivel, pidieron a gritos con su tarea ser sustituidos en el próximo encuentro.
Siempre las actuaciones y los resultados deben merituarse tomando como parámetro el rival. El Deportivo Español, un equipo dignísimo pero de un nivel técnico muy pobre. El hecho que Temperley haya tenido muy pocas chances de gol y por ende haya perdido frente a este equipo, muestra que algo, muy de fondo, no está funcionando y debe comenzar a cambiar, si es que se quiere revertir esta campaña.
El nivel del partido fue, en general malo, pero especialmente en la etapa inicial dolían los ojos al ver como, ambos equipos trataban de hacer algo parecido al fútbol.
El fuerte viento que en esta etapa favorecía al local, mas el terreno bastante desparejo también tuvieron su cuota de responsabilidad en esto pero, de ninguna manera puede ponerse como atenuante para una derrota. Cada equipo tuvo su tiempo con viento a favor y en contra y los dos equipos jugaron en el mismo terreno de juego.
La pelota en la etapa inicial iba y venía por el aire, llevada por el viento y los desatinos de los futbolistas. Pelotas pifiadas, pases de dos metros a los contrarios, largos envíos sin sentido fueron la constante. No se sacaban ventajas y solo la ambición un poco superior de Español le daban un leve predominio en el juego.
Cuando la pelota pasaba por el Norteamericano Andretta, el local hilvanaba jugadas que lo aproximaban al área como el pase al vacío a los 12' para Facundo Gareca que el "9" definió con una masita a las manos de Crivelli.
En muy pocos partidos, Quevedo y Núñez tuvieron tantas ventajas para jugar la contra. Fueron no menos de ocho o diez jugadas en las cuales los dos volantes ofensivos Celestes tuvieron ventaja numérica y espacio para buscar la diferencia, pero no hubo una sola de estas jugadas que haya sido bien definida.
La única posibilidad de real riesgo que tuvo Temperley a su favor fue una pelota peinada por Sosa tras un centro frontal de Pajón que Coldeira descolgó de un ángulo y mandó al corner.
Nada mas sucedió en esta etapa.
El inicio del complemento mostró las mismas imprecisiones pero con el local buscando un poco mas arriba. Un pelotazo cruzado de Rial para Gareca que picó habilitado y absolutamente solo ante la mirada de toda la defensa. El '9" esta vez definió perfecto con un cabezazo de emboquillada por encima de Crivelli. Nadie había hecho mucho hasta ese momento, pero en el fútbol ganan quienes hacen los goles, no quienes los merecen.
Temperley se fue ciegamente al ataque, y dos minutos después del gol del local Rial, se enredó en la última jugada y estuvo a punto de aumentar.
Como siempre sucede con el técnico Celeste, frente al resultado adverso comienza a hacer cambios desesperados que no solo no producen mucho en ofensiva sino que terminan de desacomodar a todo el equipo. Salomone entró por Pajón y luego Revainera por Sosa.
El local, con viento en contra frente a la presión de Temperley, se paró de contra pero también se equivocaba mucho en defensa.
En tres minutos se produjeron tres situaciones claras de gol. Dos seguidas para el Celeste, un derechazo de Salomone fue desviado al corner por Coldeira con dificultad. A la salida de este tiro de esquina, un remate desde lejos de Nuñez fue nuevamente desviado al corner por Coldeira. En la contra del local, Young le sacó astillas al travesaño.
Poco a poco los cambios hicieron que el Celeste entrara en un descontrol en el cual Quevedo y Núñez no entraran mas en juego, y todo fueran pelotazos para tratar que Impallari y Salomone bajen una. No lo lograron.
Hubo un par de penales no cobrados, primero un evidente foul de Salomón a Machado desde atrás y luego, ya cerca del final, Segovia lo tomó innecesariamente a Diego Rodríguez (foto) con ambas manos en el área. El árbitro Colombo, de pobre labor, no cobró ninguno de los dos.
En el final Barrella sacó a un desconocido Giannunzio y puso a Pablo Caballero para reforzar la táctica de "A la carga Barracas", el resultado de este cambio no pudo ser otro, cero claridad, cero chances de gol y mucho mas fácil la tarea para el local para controlar la pelota y aguantar el partido hasta el final.
Repetimos, no queremos cargar las tintas en ningún jugador en particular, pero tanto en el planteo táctico como en algunos nombres Barrella debe plantearse realizar cambios de fondo para revertir una situación que parece terminal. Este esquema evidentemente no funciona, algunos jugadores, tampoco.
Esperemos que este plantel pueda terminar el año en forma mucho mas digna que lo mostrado en la fría tarde de hoy, repitiendo estas actuaciones el panorama será tan negro como el color que Temperley mostró hoy en su camiseta.
lunes, octubre 29, 2007
Esta vez dos goles no alcanzaron.
En anteriores oportunidades fue la anemia ofensiva del Celeste la que produjo, pese a la actitud, que no se pudiera lograr un resultado positivo de local, en este partido los errores defensivos y la actitud especulativo del planteo técnico le impidieron a Temperley sumar de a tres en condición de local.
Una noche agradable, mucha gente en la tribuna y en la platea, un rival accesible y todo para ganarlo. Nuevamente no pudo ser.
El arranque mostró a un equipo que trató de pararse en campo rival, forzando el error de la defensa visitante, gracias a esta presión se forzó un tiro libre desde la puerta del área que Pajón ejecutó y desvió por escasos centímetros.
Sin embargo, como siempre sucede, el arranque ofensivo fue un espejismo. Poco a poco, el equipo se acomodó a lo de siempre. Luis Rodríguez y Pajón comenzaron a estar mas preocupados por marcas a Harkes, de buen partido, y Aquino que de atacar, Quevedo y Núñez quedaron desconectados del resto de sus compañeros y al pobre Caballero, solo le llegaban cascotazos.
El partido entró en la medianía habitual de los partidos de local, el Celeste no sufría en su área pero tampoco lograba desnivelar. El visitante, a través del mencionado Harkes y el trajinar de Orfila manejaba mejor la pelota pero adelante ni Katip (quien lo ha visto, y quien lo ve...) y Bazán Vera lograban superar a la defensa local.
Lo del Celeste era pelotazos de cuarenta o cincuenta metros para que Quevedo y Núñez trataran de pelear contra la inferioridad física y numérica de la defensa visitante.
Parecía que nada iba a pasar hasta que Rodrigo Salomón quiso cortar un pase de Primerano y pasó de largo dejando solo, mano a mano nada menos que a Bazán Vera quien definió como lo que es, un goleador. Uno a cero.
Temperley buscó la desesperada, pero un equipo defensivo, cuando trata de transformarse en ofensivo repentinamente, no le sale, y no le salió. Fueron centros, alguna arremetida de Giannunzio y poco mas. Sobre el final un cabezazo de Ratto fue bien contenido por el arquero visitante. Poco para tratar de empatar.
En el inicio del complemento Barrella mandó a la cancha a Impallari en lugar de un desconocido Ratto.
Una reflexión sobre este cambio. Sin dudas que fue acertado pero nos preguntamos, ¿No debe Temperley ganar de local?, ¿Sirve empatar en el Beranger?, si este es el objetivo del cuerpo técnico, no lo entendemos. Si el equipo PUEDE salir a buscar el partido, como lo hizo en los primeros veinte minutos del segundo tiempo, no podemos comprender porque motivo no se pudo salir con este planteo desde el mismo minuto inicial del partido. Se regaló un tiempo y se pagó con el empate.
Como decíamos, el Celeste salió con todo en la etapa complementaria y el rival no hacía pie, Nuñez y Quevedo rotaban y lograban superar con facilidad a Orfila, Impallari y Caballero en conjunto tenían otra presencia en el área y lo mas importante de todo, Luis Rodríguez y fundamentalmente Pajón jugaban de cara al arco rival.
El empate llegó a poco de iniciado el complemento en la mejor y quizás la única jugada colectiva del partido, gran pase de Pajón por encima de la cabeza del marcador para Quevedo, el volante que, con cabeza levantada desborda por derecha y lanza un preciso centro atrás para que Impallari, de primera, cambiara el palo al arquero, era uno a uno y parecía que era de Temperley.
El Celeste, con pocas ideas por cierto, pero con una clara vocación ofensiva buscaba desnivelar, sin lograr generar situaciones de real peligro, pero la gente cantaba y se ilusionaba.
El visitante, logró salir del asedio y tuvo dos claras, primero un desborde de Harkes por izquierda tras un doble error de Pajón y Giannunzio, encontró solo a Primerano que desvió su remate, luego un tiro desde afuera de Gutierrez que Crivelli desvió al corner.
El partido era de pobre nivel, pero emotivo, y en estos casos, son las individualidades las que terminan definiendo. Son los jugadores que sacan agua de las piedras.
Tras el corner, un largo envío de Crivelli encontró en la mitad de la cancha a Maxi Núñez, el "3" visitante fue al bulto, Maxi se la tiró por un costado del cuerpo, y corrió por el otro quedando con la pelota, corrió por la derecha cuarenta metros a toda velocidad, cuando el arquero dio el paso adelante para tapar el centro a Quevedo que entraba solo, Núñez le pegó al segundo palo abajo tomando al arquero a contrapié, Dos a uno y delirio por el golazo.
La ventaja y el rival daba para seguir en actitud ofensiva, el rival se caía a pedazos. Al igual que Temperley en la etapa inicial, había planteado el partido para defender, y de golpe tenía que atacar sin lograr hilvanar jugadas.
Sin embargo, el propio Temperley le facilitó la tarea. Barrella vuelve a acomodar al equipo para defender, saca a Caballero pone Micheli y el equipo vuelve a perder la brújula. Se aislan los delanteros y los defensores, comienzan a quedar desacomodados.
Como decíamos hay jugadores que sacan agua de las piedras, bien lo sabemos los hinchas de Temperley que Bazán Vera es uno de ellos, en una duda de la zaga central Celeste, la pelota le quedó al "9" visitante en la puerta del área y le pegó fuerte arriba, al palo izquierdo de Crivelli, palo y adentro, dos a dos.
Temperley nuevamente desacomodado, parado defensivamente, tuvo que salir a cambiar pero no pudo torcer la historia. El ingreso de Revainera, por un agotado Pajón no tuvo influencia en el juego, sin embargo el Celeste, casi lo gana. Un cabezazo de Salomón en el palo a poco del final pudo haberle dado la victoria.
Las conclusiones que sacamos de este partido son que, por un lado, el equipo jugó uno de sus peores partidos en función defensiva, sin embargo no sufrió tanto por las limitaciones del rival, por el contrario en ofensiva quedó demostrado que, cuando quiere, puede. El problema es que no siempre se quiere.
Una noche agradable, mucha gente en la tribuna y en la platea, un rival accesible y todo para ganarlo. Nuevamente no pudo ser.
El arranque mostró a un equipo que trató de pararse en campo rival, forzando el error de la defensa visitante, gracias a esta presión se forzó un tiro libre desde la puerta del área que Pajón ejecutó y desvió por escasos centímetros.
Sin embargo, como siempre sucede, el arranque ofensivo fue un espejismo. Poco a poco, el equipo se acomodó a lo de siempre. Luis Rodríguez y Pajón comenzaron a estar mas preocupados por marcas a Harkes, de buen partido, y Aquino que de atacar, Quevedo y Núñez quedaron desconectados del resto de sus compañeros y al pobre Caballero, solo le llegaban cascotazos.
El partido entró en la medianía habitual de los partidos de local, el Celeste no sufría en su área pero tampoco lograba desnivelar. El visitante, a través del mencionado Harkes y el trajinar de Orfila manejaba mejor la pelota pero adelante ni Katip (quien lo ha visto, y quien lo ve...) y Bazán Vera lograban superar a la defensa local.
Lo del Celeste era pelotazos de cuarenta o cincuenta metros para que Quevedo y Núñez trataran de pelear contra la inferioridad física y numérica de la defensa visitante.
Parecía que nada iba a pasar hasta que Rodrigo Salomón quiso cortar un pase de Primerano y pasó de largo dejando solo, mano a mano nada menos que a Bazán Vera quien definió como lo que es, un goleador. Uno a cero.
Temperley buscó la desesperada, pero un equipo defensivo, cuando trata de transformarse en ofensivo repentinamente, no le sale, y no le salió. Fueron centros, alguna arremetida de Giannunzio y poco mas. Sobre el final un cabezazo de Ratto fue bien contenido por el arquero visitante. Poco para tratar de empatar.
En el inicio del complemento Barrella mandó a la cancha a Impallari en lugar de un desconocido Ratto.
Una reflexión sobre este cambio. Sin dudas que fue acertado pero nos preguntamos, ¿No debe Temperley ganar de local?, ¿Sirve empatar en el Beranger?, si este es el objetivo del cuerpo técnico, no lo entendemos. Si el equipo PUEDE salir a buscar el partido, como lo hizo en los primeros veinte minutos del segundo tiempo, no podemos comprender porque motivo no se pudo salir con este planteo desde el mismo minuto inicial del partido. Se regaló un tiempo y se pagó con el empate.
Como decíamos, el Celeste salió con todo en la etapa complementaria y el rival no hacía pie, Nuñez y Quevedo rotaban y lograban superar con facilidad a Orfila, Impallari y Caballero en conjunto tenían otra presencia en el área y lo mas importante de todo, Luis Rodríguez y fundamentalmente Pajón jugaban de cara al arco rival.
El empate llegó a poco de iniciado el complemento en la mejor y quizás la única jugada colectiva del partido, gran pase de Pajón por encima de la cabeza del marcador para Quevedo, el volante que, con cabeza levantada desborda por derecha y lanza un preciso centro atrás para que Impallari, de primera, cambiara el palo al arquero, era uno a uno y parecía que era de Temperley.
El Celeste, con pocas ideas por cierto, pero con una clara vocación ofensiva buscaba desnivelar, sin lograr generar situaciones de real peligro, pero la gente cantaba y se ilusionaba.
El visitante, logró salir del asedio y tuvo dos claras, primero un desborde de Harkes por izquierda tras un doble error de Pajón y Giannunzio, encontró solo a Primerano que desvió su remate, luego un tiro desde afuera de Gutierrez que Crivelli desvió al corner.
El partido era de pobre nivel, pero emotivo, y en estos casos, son las individualidades las que terminan definiendo. Son los jugadores que sacan agua de las piedras.
Tras el corner, un largo envío de Crivelli encontró en la mitad de la cancha a Maxi Núñez, el "3" visitante fue al bulto, Maxi se la tiró por un costado del cuerpo, y corrió por el otro quedando con la pelota, corrió por la derecha cuarenta metros a toda velocidad, cuando el arquero dio el paso adelante para tapar el centro a Quevedo que entraba solo, Núñez le pegó al segundo palo abajo tomando al arquero a contrapié, Dos a uno y delirio por el golazo.
La ventaja y el rival daba para seguir en actitud ofensiva, el rival se caía a pedazos. Al igual que Temperley en la etapa inicial, había planteado el partido para defender, y de golpe tenía que atacar sin lograr hilvanar jugadas.
Sin embargo, el propio Temperley le facilitó la tarea. Barrella vuelve a acomodar al equipo para defender, saca a Caballero pone Micheli y el equipo vuelve a perder la brújula. Se aislan los delanteros y los defensores, comienzan a quedar desacomodados.
Como decíamos hay jugadores que sacan agua de las piedras, bien lo sabemos los hinchas de Temperley que Bazán Vera es uno de ellos, en una duda de la zaga central Celeste, la pelota le quedó al "9" visitante en la puerta del área y le pegó fuerte arriba, al palo izquierdo de Crivelli, palo y adentro, dos a dos.
Temperley nuevamente desacomodado, parado defensivamente, tuvo que salir a cambiar pero no pudo torcer la historia. El ingreso de Revainera, por un agotado Pajón no tuvo influencia en el juego, sin embargo el Celeste, casi lo gana. Un cabezazo de Salomón en el palo a poco del final pudo haberle dado la victoria.
Las conclusiones que sacamos de este partido son que, por un lado, el equipo jugó uno de sus peores partidos en función defensiva, sin embargo no sufrió tanto por las limitaciones del rival, por el contrario en ofensiva quedó demostrado que, cuando quiere, puede. El problema es que no siempre se quiere.
lunes, octubre 22, 2007
Pura Impotencia
Comentario del partido Atlanta 1 - Temperley 0 jugado el Lunes 22 de Octubre de 2007 en cancha de Platense
Fue derrota frente a un equipo superior. Temperley en su excursión a Saavedra, no pudo frente a un equipo que tuvo mas seguridad defensiva, mejores individualidades y que supo aprovechar una de las tantas situaciones de gol que generó.
El primer tiempo comenzó de ida y vuelta. El Celeste con Nuñez y Pajón por derecha, Luis Rodríguez y Quevedo por izquierda planteaba un partido con presión en mitad de cancha y salida rápida por afuera. Micheli parado como habitualmente lo hace Giannunzio intentaba sumarse a la circulación de la pelota en el medio.
Fueron diez minutos en los cuales, suponemos, el partido fue de acuerdo a como lo imaginó Barrella, es decir el Celeste saliendo con velocidad tratando de acertar una contra, y cortando la circulación de la mitad de la cancha al Bohemio. En este lapso, salvo por un remate esquinado de Nuñez, el Celeste tenia la pelota pero no generó llegadas.
Sin embargo bastó para que el “petiso” Perez García se tirara a la derecha encontrando un inmenso hueco en la defensa Celeste pues, ni Luis Rodríguez llegaba al retroceso, ni Micheli al cruce y cuando iba Ratto, perdía en el dos – uno.
Primero fue un desborde por ese sector del 10 local cuyo centro no fue alcanzado de milagro por Molina y luego un corner desde la derecha al cual Cherro, solo, como un anticipo de lo que se venía cabeceó por arriba del horizontal.
Sobre los 18 un centro desde el mismo sector, la derecha del ataque Bohemio, Perez García lanzó un centro cruzado que superó a toda la defensa Celeste y por detrás Lucas Ferreiro, a quien parece que con esta camiseta se le calienta un poco su pecho, habitualmente helado, marcó la apertura del marcador. Recordemos que en Temperley este jugador solo puso actitud para pelear premios y en Italiano y Racing fue suplente del suplente y fue despedido sin mas trámite.
Entre paréntesis y yendo a nuestras propias miserias: ¿De quien era la marca de Ferreiro? pues el Capitan Frio entró absolutamente solo y sin un solo jugador Celeste, al menos, para atorarlo un poco.
En los cinco minutos siguientes casi se viene la debacle y la goleada. La defensa Celeste era un flan que solo atinaba a rechazar la pelota para cualquier lado, pero era superada por todos los sectores por Atlanta, una entrada mano a mano de Molina fue salvada milagrosamente por Crivelli.
Por fortuna, y no por mérito propio el Celeste salió del asedio. El local levantó el pie del acelerador y nuevamente comenzó a tener un poco mas la pelota Temperley.
Luis Rodriguez muy enredado como siempre, pero con mucha voluntad por izquierda, y Maxi Nunez por derecha eran los abanderados, pero no encontraban compañía pues Luztky perdía con los centrales locales y Quevedo buscaba la individual sin al menos intentar la descarga.
Sobre el final de la etapa inicial Temperley tuvo tres aproximaciones, un remate de Ratto, que rebotó en un defensor, un buen desborde de Maxi Nunez fue salvado al corner por Perez y tras un corner de Pajon, Luztky le pegó de aire desviando por un par de metros su remate.
El complemento encontró a un Temperley, que desde la voluntad de Maxi Núñez que desniveló cada vez que encaró a los defensores locales pero que no encontró acompañamiento, el Celeste tuvo mas la pelota, pero careció de peligrosidad.
El local se paró unos metros mas atrás y de contra y, sin dudas, teniendo mucho menos tiempo el control del juego, generó las situaciones de gol mas claras. Apenas comenzado el complemento, una buena pared por mitad de cancha culminó con una descarga a Castillo quien, por encima del cuerpo de Crivelli desvió por centímetros. Minutos después fue Molina quien tuvo el mano a mano y desvió su remate y finalmente nuevamente Castillo quien, desde afuera del área sacó un fuerte remate que salvó Crivelli por encima del horizontal. El Celeste tenía la pelota pero las situaciones de real peligro eran del local que no terminaba de definir el partido.
En Temperley todo lo empezaba Maxi Nuñez pero el ex Estudiantes no encontraba compañía pues Luis Rodríguez ya no trepaba por su lateral y Pajón y Quevedo parecían extenuados y sin respuestas futbolísticas. Tampoco Lutzky tuvo un buen partido. El chico de Santa Teresita tuvo en su pie izquierdo el empate sobre los '25 en la llegada mas profunda del Celeste tras un desborde del solitario Núñez, pero su remate, mordido, salió desviado.
Barrella intentó arriesgar con los ingresos de Caballero y Maldonado pero, para cuando estos ingresaron, Atlanta ya había reacomodado sus piezas, y Núñez, muy cansado había perdido claridad y presencia en el juego.
El balance final mostró la impotencia de un equipo que, si bien muestra buenas intenciones en el manejo y la circulacion, hoy tuvo muchas desatenciones defensivas y fundamentalmente una carencia casi total de ideas para generar y concretar situaciones de gol.
Buenas actuaciones de Maxi Nuñez, un poco individual pero siempre desbordando rivales y mucha seguridad en Crivelli quien en el gol no tuvo nada que hacer y salvó un par de situaciones bastante claras.
Fue derrota frente a un equipo superior. Temperley en su excursión a Saavedra, no pudo frente a un equipo que tuvo mas seguridad defensiva, mejores individualidades y que supo aprovechar una de las tantas situaciones de gol que generó.
El primer tiempo comenzó de ida y vuelta. El Celeste con Nuñez y Pajón por derecha, Luis Rodríguez y Quevedo por izquierda planteaba un partido con presión en mitad de cancha y salida rápida por afuera. Micheli parado como habitualmente lo hace Giannunzio intentaba sumarse a la circulación de la pelota en el medio.
Fueron diez minutos en los cuales, suponemos, el partido fue de acuerdo a como lo imaginó Barrella, es decir el Celeste saliendo con velocidad tratando de acertar una contra, y cortando la circulación de la mitad de la cancha al Bohemio. En este lapso, salvo por un remate esquinado de Nuñez, el Celeste tenia la pelota pero no generó llegadas.
Sin embargo bastó para que el “petiso” Perez García se tirara a la derecha encontrando un inmenso hueco en la defensa Celeste pues, ni Luis Rodríguez llegaba al retroceso, ni Micheli al cruce y cuando iba Ratto, perdía en el dos – uno.
Primero fue un desborde por ese sector del 10 local cuyo centro no fue alcanzado de milagro por Molina y luego un corner desde la derecha al cual Cherro, solo, como un anticipo de lo que se venía cabeceó por arriba del horizontal.
Sobre los 18 un centro desde el mismo sector, la derecha del ataque Bohemio, Perez García lanzó un centro cruzado que superó a toda la defensa Celeste y por detrás Lucas Ferreiro, a quien parece que con esta camiseta se le calienta un poco su pecho, habitualmente helado, marcó la apertura del marcador. Recordemos que en Temperley este jugador solo puso actitud para pelear premios y en Italiano y Racing fue suplente del suplente y fue despedido sin mas trámite.
Entre paréntesis y yendo a nuestras propias miserias: ¿De quien era la marca de Ferreiro? pues el Capitan Frio entró absolutamente solo y sin un solo jugador Celeste, al menos, para atorarlo un poco.
En los cinco minutos siguientes casi se viene la debacle y la goleada. La defensa Celeste era un flan que solo atinaba a rechazar la pelota para cualquier lado, pero era superada por todos los sectores por Atlanta, una entrada mano a mano de Molina fue salvada milagrosamente por Crivelli.
Por fortuna, y no por mérito propio el Celeste salió del asedio. El local levantó el pie del acelerador y nuevamente comenzó a tener un poco mas la pelota Temperley.
Luis Rodriguez muy enredado como siempre, pero con mucha voluntad por izquierda, y Maxi Nunez por derecha eran los abanderados, pero no encontraban compañía pues Luztky perdía con los centrales locales y Quevedo buscaba la individual sin al menos intentar la descarga.
Sobre el final de la etapa inicial Temperley tuvo tres aproximaciones, un remate de Ratto, que rebotó en un defensor, un buen desborde de Maxi Nunez fue salvado al corner por Perez y tras un corner de Pajon, Luztky le pegó de aire desviando por un par de metros su remate.
El complemento encontró a un Temperley, que desde la voluntad de Maxi Núñez que desniveló cada vez que encaró a los defensores locales pero que no encontró acompañamiento, el Celeste tuvo mas la pelota, pero careció de peligrosidad.
El local se paró unos metros mas atrás y de contra y, sin dudas, teniendo mucho menos tiempo el control del juego, generó las situaciones de gol mas claras. Apenas comenzado el complemento, una buena pared por mitad de cancha culminó con una descarga a Castillo quien, por encima del cuerpo de Crivelli desvió por centímetros. Minutos después fue Molina quien tuvo el mano a mano y desvió su remate y finalmente nuevamente Castillo quien, desde afuera del área sacó un fuerte remate que salvó Crivelli por encima del horizontal. El Celeste tenía la pelota pero las situaciones de real peligro eran del local que no terminaba de definir el partido.
En Temperley todo lo empezaba Maxi Nuñez pero el ex Estudiantes no encontraba compañía pues Luis Rodríguez ya no trepaba por su lateral y Pajón y Quevedo parecían extenuados y sin respuestas futbolísticas. Tampoco Lutzky tuvo un buen partido. El chico de Santa Teresita tuvo en su pie izquierdo el empate sobre los '25 en la llegada mas profunda del Celeste tras un desborde del solitario Núñez, pero su remate, mordido, salió desviado.
Barrella intentó arriesgar con los ingresos de Caballero y Maldonado pero, para cuando estos ingresaron, Atlanta ya había reacomodado sus piezas, y Núñez, muy cansado había perdido claridad y presencia en el juego.
El balance final mostró la impotencia de un equipo que, si bien muestra buenas intenciones en el manejo y la circulacion, hoy tuvo muchas desatenciones defensivas y fundamentalmente una carencia casi total de ideas para generar y concretar situaciones de gol.
Buenas actuaciones de Maxi Nuñez, un poco individual pero siempre desbordando rivales y mucha seguridad en Crivelli quien en el gol no tuvo nada que hacer y salvó un par de situaciones bastante claras.
lunes, octubre 15, 2007
Dos puntos en el camino
Comentario del partido entre Temperley 0 - Flandria 0 jugado el Lunes 15 de Octubre de 2007 en el Beranger.
Un día feriado, mucha gente en la cancha, el equipo venía de dos victorias. Todo estaba dado para una fiesta en la cual, hubiera una reconciliación definitiva ente hinchas y este equipo que, salvo por el clásico, no había dado mucho en los partidos jugados en el Beranger. Lamentablemente, no pudo ser, el Celeste, de local, volvió a mostrar que le cuesta mucho asumir el protagonismo de los partidos y que mas allá que en actitud se deja todo, en el juego, no se puede encontrar una línea como para meterse entre los protagonistas del campeonato.
No es posible hablar de un rival que vino solo a defenderse, pero estaba claro que el planteo de Flandria fue armado conociendo las características de algunos jugadores Celestes, y el planteo del equipo. El visitante salió a presionar con todo, en especial sobre los laterales tapando las subidas de Pajón y Luís Rodríguez. Le pusieron un hombre pegado como estampilla a Lutzky y a Nuñez y a Quevedo, los esperaron escalonadamente para evitar que los superen en velocidad.
Temperley tenía un poco menos de presión por el medio, pero Giannunzio, quien volvió a ser un León en la marca, no estuvo "fino" con la pelota y por ende, cuando trató de distribuir el juego, no pudo hacerlo correctamente.
La respuesta del Celeste a la presión del rival fue el tratar de hacer todo rápido, a un toque y a mucha velocidad. Si bien con esta fórmula se logró alguna jugada asociada, en general faltó precisión y se terminó en centros sin demasiado destino.
Por izquierda, en la etapa inicial, con el tándem Nuñez - Quevedo a los cuales se les sumaba bien Ratto se logró algún desborde pero la falta absoluta de peso en el área hizo que la tarea para los centrales visitantes se simplificara.
El Celeste, en toda la etapa inicial tuvo solo tres llegadas, las cuales, en todos los casos, fueron de pelota parada. Un buen centro de Pajón al cual no llegó por muy poco Salomón, otro centro conectado por Sosa, el cual fue contenido por el arquero Ramírez y un cabezazo de Diego Rodríguez que el arquero elevó sobre el horizontal.
Por el lado de Crivelli, el arquero Celeste debió tapar con un pie una entrada de Brizuela ante un quedo de la defensa.
El complemento comenzó con el mismo esquema por parte de los dos equipos, el visitante, se paró unos metros mas atrás y en el Celeste, a diferencia con la etapa inicial, Núñez se tiró mas a la derecha tratando de progresar en ofensiva junto a Pajón, que estuvo mas activo, pero sin mayores resultados respecto a la etapa inicial.
Flandria jugaba al error de Temperley y se cuidaba en todo el frente de su defensa. A la salida de un corner, sobre los 12 minutos, el visitante intentó una contra por el medio y Rodrigo Salomón que ya había sido amonestado, fue fuerte desde atrás y se ganó merecidamente la tarjeta Roja.
Pese a quedar con diez hombres, los diez minutos siguientes fueron los mejores del Celeste. Presionaban la salida de su rival y no lo dejaban progresar, llenando de centros el área pero sin encontrar demasiada claridad. Hasta que a los '21 la torpeza del lateral Diforti quien le pega una patada de Karate a Sosa dentro del área y comete un penal bastante infantil.
Lo ejecuta Ratto, no muy fuerte ni esquinado y el arquero Ramírez lo detiene.
Barrella decide, a mas de veinte minutos del final, bajar la cortina. Saca a Núñez, pone a Virardi y resigna todo el protagonismo.
Flandria, con la obligación de ir a buscar el partido frente a un rival con un hombre menos que le cedía el terreno y la pelota muestra las mismas limitaciones que había tenido Temperley cuando tuvo que atacar. Crivelli descuelga algunos centros, otros son rechazados por Sosa y Rodríguez y poco mas.
Adelante, el ingresado Caballero y Quevedo, ya fundido por el despliegue realizado, jugaban a "Robinson Crusoe" pues estaban solos y sin el mas mínimo acompañamiento. Solo hubo tiempo para la quinta amarilla de Giannunzio, mas producto del cansancio que de las dificultades reales para controlar a rivales que no inquietaron en ningún momento.
Un empate que, desde las expectativas, y por el trámite del partido, no dejan conformes a nadie. Habrá que buscar el modo que el equipo logre el protagonismo cuando tiene que asumirlo y, porque no mencionarlo, habrá que buscar en el plantel algún especialista que pueda ejecutar penales con mayor seguridad. De cuatro ejecutados, tres marrados parece demasiado.
Un día feriado, mucha gente en la cancha, el equipo venía de dos victorias. Todo estaba dado para una fiesta en la cual, hubiera una reconciliación definitiva ente hinchas y este equipo que, salvo por el clásico, no había dado mucho en los partidos jugados en el Beranger. Lamentablemente, no pudo ser, el Celeste, de local, volvió a mostrar que le cuesta mucho asumir el protagonismo de los partidos y que mas allá que en actitud se deja todo, en el juego, no se puede encontrar una línea como para meterse entre los protagonistas del campeonato.
No es posible hablar de un rival que vino solo a defenderse, pero estaba claro que el planteo de Flandria fue armado conociendo las características de algunos jugadores Celestes, y el planteo del equipo. El visitante salió a presionar con todo, en especial sobre los laterales tapando las subidas de Pajón y Luís Rodríguez. Le pusieron un hombre pegado como estampilla a Lutzky y a Nuñez y a Quevedo, los esperaron escalonadamente para evitar que los superen en velocidad.
Temperley tenía un poco menos de presión por el medio, pero Giannunzio, quien volvió a ser un León en la marca, no estuvo "fino" con la pelota y por ende, cuando trató de distribuir el juego, no pudo hacerlo correctamente.
La respuesta del Celeste a la presión del rival fue el tratar de hacer todo rápido, a un toque y a mucha velocidad. Si bien con esta fórmula se logró alguna jugada asociada, en general faltó precisión y se terminó en centros sin demasiado destino.
Por izquierda, en la etapa inicial, con el tándem Nuñez - Quevedo a los cuales se les sumaba bien Ratto se logró algún desborde pero la falta absoluta de peso en el área hizo que la tarea para los centrales visitantes se simplificara.
El Celeste, en toda la etapa inicial tuvo solo tres llegadas, las cuales, en todos los casos, fueron de pelota parada. Un buen centro de Pajón al cual no llegó por muy poco Salomón, otro centro conectado por Sosa, el cual fue contenido por el arquero Ramírez y un cabezazo de Diego Rodríguez que el arquero elevó sobre el horizontal.
Por el lado de Crivelli, el arquero Celeste debió tapar con un pie una entrada de Brizuela ante un quedo de la defensa.
El complemento comenzó con el mismo esquema por parte de los dos equipos, el visitante, se paró unos metros mas atrás y en el Celeste, a diferencia con la etapa inicial, Núñez se tiró mas a la derecha tratando de progresar en ofensiva junto a Pajón, que estuvo mas activo, pero sin mayores resultados respecto a la etapa inicial.
Flandria jugaba al error de Temperley y se cuidaba en todo el frente de su defensa. A la salida de un corner, sobre los 12 minutos, el visitante intentó una contra por el medio y Rodrigo Salomón que ya había sido amonestado, fue fuerte desde atrás y se ganó merecidamente la tarjeta Roja.
Pese a quedar con diez hombres, los diez minutos siguientes fueron los mejores del Celeste. Presionaban la salida de su rival y no lo dejaban progresar, llenando de centros el área pero sin encontrar demasiada claridad. Hasta que a los '21 la torpeza del lateral Diforti quien le pega una patada de Karate a Sosa dentro del área y comete un penal bastante infantil.
Lo ejecuta Ratto, no muy fuerte ni esquinado y el arquero Ramírez lo detiene.
Barrella decide, a mas de veinte minutos del final, bajar la cortina. Saca a Núñez, pone a Virardi y resigna todo el protagonismo.
Flandria, con la obligación de ir a buscar el partido frente a un rival con un hombre menos que le cedía el terreno y la pelota muestra las mismas limitaciones que había tenido Temperley cuando tuvo que atacar. Crivelli descuelga algunos centros, otros son rechazados por Sosa y Rodríguez y poco mas.
Adelante, el ingresado Caballero y Quevedo, ya fundido por el despliegue realizado, jugaban a "Robinson Crusoe" pues estaban solos y sin el mas mínimo acompañamiento. Solo hubo tiempo para la quinta amarilla de Giannunzio, mas producto del cansancio que de las dificultades reales para controlar a rivales que no inquietaron en ningún momento.
Un empate que, desde las expectativas, y por el trámite del partido, no dejan conformes a nadie. Habrá que buscar el modo que el equipo logre el protagonismo cuando tiene que asumirlo y, porque no mencionarlo, habrá que buscar en el plantel algún especialista que pueda ejecutar penales con mayor seguridad. De cuatro ejecutados, tres marrados parece demasiado.
sábado, octubre 06, 2007
De la mano de Núñez
Comentario del partido entre Defensores de Cambaceres 0 - Temperley 2 jugado en Ensenada el 6 de Octubre de 2007
En un deporte colectivo, cuando un equipo supera a otro por dos goles pero en partido en el cual por jugadas de gol el Celeste perfectamente pudo haber ganado por cuatro o cinco goles de diferencia, puede sonar chocante, o llamativo decir que el factor decisivo de un triunfo fue un solo jugador. De hecho en Temperley hubo una gran tarea de Luis Rodríguez, una buena labor de Giannunzio, una atajada fundamental de Crivelli, pero el distinto, quien hizo las dos asistencias, quien desniveló el marcador y en definitiva quien marcó la diferencia fue Gustavo Núñez.
En un deporte colectivo, cuando un equipo supera a otro por dos goles pero en partido en el cual por jugadas de gol el Celeste perfectamente pudo haber ganado por cuatro o cinco goles de diferencia, puede sonar chocante, o llamativo decir que el factor decisivo de un triunfo fue un solo jugador. De hecho en Temperley hubo una gran tarea de Luis Rodríguez, una buena labor de Giannunzio, una atajada fundamental de Crivelli, pero el distinto, quien hizo las dos asistencias, quien desniveló el marcador y en definitiva quien marcó la diferencia fue Gustavo Núñez.
El chiquito ex Estudiantes de la Plata, apareció en los momentos justos y con su cambio de ritmo, velocidad y habilidad desniveló a la defensa local y puso la diferencia justa en el partido
Barrella trató de conservar la mayor cantidad posible de jugadores y de estructura respecto al equipo que venció a Los Andes tratando quizas de mantener el envión y el funcionamiento de ese encuentro, sin embargo no hay dos rivales iguales, no hay dos partidos iguales y en este caso, no hay dos terrenos de juego iguales.
El piso tenía varios sectores inundados en especial los dos laterales a la altura de la zona central y la mitad de la cancha, y en el centro de la cancha y en las áreas bastante barro, las zonas donde mejor estaba era en el sector de los cuatro corners. Esta situación pareció complicar mucho a los dos equipos en especial en la etapa inicial, donde los jugadores parecían no hacer pie.
El partido era un concierto de resbalones errores en los pases, pelotas a dividir y situaciones donde tras dos pases el tercero indefectiblemente iba a un rival.
En el local, el enganche Pratto trataba de tomar la manija del partido pero no encontraba compañía, el Celeste parecía en todos los sentidos, empantanado. Solo la clase de Sosa, para tratar de salir jugando, incluso en lugares donde era muy dificil hacerlo, y la combatividad de Giannunzio constituian elementos para destacar. El chico de Santa Teresita Luzky y Núñez no lograban entrar en contacto con el balón y quedaban muy lejos de los volantes.
El local pese a parecer levemente mas adaptado al terreno no generaba demasiado riesgo, salvo por una apilada por derecha de Gómez, aprovechando uno de los pocos sectores secos de la cancha pero no la terminó bien.
En el Celeste se sumaba a las complicaciones del campo la lesión de Molina quien debió salir (se le trabó la rodilla en el barro tras un camisetazo de Oltolina y sufrió un esguince de rodilla).
El partido era trabado, mal jugado y sin situaciones de gol, pero poco a poco, la lucha de Giannunzio y Luis Rodríguez fue presionando cada vez mas a un mediocampo y una defensa local que, cada vez se equivocaba mas.
No había aparecido demasiado Núñez en el partido pero tras una habilitación de Pajón, que había ingresado por Molina, enganchó entre dos jugadores por derecha desbordó y lanzó un centro a media altura donde Luis Rodríguez, anticipó a sus marcadores y casi de palomita, abrió el marcador.
En el inicio del complemento el Celeste la pasó mal. el local sin nada de futbol, pero adelantando todas sus líneas llenó el área de centros y complicó a una defensa que solo atinaba a pegarle de punta y para arriba. La mas clara fue cuando a los 12' tras un corner desde la derecha, cabeceó Banegas, la peinó en el camino Zuleta y Federico Crivelli la descolgó de un ángulo.
Todo se complicaba porque el equipo no hacía pie, pero fue Maxi Núñez nuevamente quien frotó la lámpara y destrabó todo. Arrancó en diagonal desde la mitad de la cancha por derecha, cuando Russo y Seevald dieron el paso adelante, el ex Estudiantes se hizo un autopase y en velocidad pasó entre los dos, hasta desbordar por izquierda, lanzó el centro y Quevedo, que entraba solo por el centro del área amplió el marcador.
Ahi comenzó otro partido. Cambaceres perdió el poco orden que mostraba y se fue al ataque en forma descontrolada, generando algunas llegadas como un par de cabezazos de Benitez y un remate de Zuleta , pero de contra el Celeste tuvo cuatro situaciones muy claras, un par de Nuñez, una de Quevedo y en el final, cuando ya Temperley se había quedado con diez por la expulsión de Micheli, Caballero que había ingresado por Luzky también tuvo la suya pero salvó con una mano el arquero González.
Fue un buen triunfo del Celeste, importante pues se mantiene el envión anímico tras la victoria en el clásico y porque, poco a poco, se va logrando ubicar al equipo en posiciones mas cercanas a las esperadas.
sábado, septiembre 29, 2007
Triunfo del corazón
Comentario del partido entre Temperley 1 - Los Andes 0 jugado el Sabado 29 de Septiembre de 2007 en el Beranger
Muy festejada victoria en el Beranger. Un desahogo para la gente Celeste que venía de golpe en golpe en una campaña en la cual no se encontraba el rumbo. El equipo no encontraba respuestas desde los futbolístico y necesitó que lo desafíen, si se quiere que lo menosprecien para sacar fuerzas desde donde incluso no sobraban y pudiera llevar a cabo una producción que mas allá del resultado, produjo una gran conformidad en toda la concurrencia.
Muy festejada victoria en el Beranger. Un desahogo para la gente Celeste que venía de golpe en golpe en una campaña en la cual no se encontraba el rumbo. El equipo no encontraba respuestas desde los futbolístico y necesitó que lo desafíen, si se quiere que lo menosprecien para sacar fuerzas desde donde incluso no sobraban y pudiera llevar a cabo una producción que mas allá del resultado, produjo una gran conformidad en toda la concurrencia.
La sensación que tuvimos fue que las respuestas que no se encontraban en lo futbolístico comenzaron a encontrarse desde lo anímico. Con Emiliano Giannunzio de abanderado el equipo que salió, literalmente, a comerle el hígado al rival. En la primera jugada del partido tuvimos una señal de lo que iba a suceder durante los noventa minutos. Martín Castagnino, quizas el mejor jugador en los antecedentes del visitante, trató de parar una pelota sobre la punta izquierda de su ataque sobre la raya y Diego Rodríguez lo estampó con un topetazo contra el alambrado. Fue la última vez que Castagnino trató de parar una pelota, luego la tocaba de primera o pegaba unos saltos como un gamo, cada vez que los volantes Celestes iban a "rasparlo".
Temperley en defensa salió con una línea de cuatro, que cuando Luppino desbordaba por izquierda y lo corría Molina, se transformaba en una línea de cinco. A los dos minutos del primer tiempo una indecisión entre Sosa y Salomón produjo un tiro libre en la puerta del área que ejecutó Luppino y atajó con los puños Crivelli. Fue el único error defensivo del Celeste en todo el partido.
La pelota la manejaba un poco mejor el visitante, pero con mucha actitud el mediocampo del Celeste comenzó a presionar a los volantes del equipo de Lomas que perdían en cada pelota dividida. Temperley recuperaba y trataba de salir de contra con Mariano Luztky que con mucho sacrificio peleó cada pelota y complicó a sus marcadores.
Los Andes con juego no llegaba, en un centro Natalicchio remató alto desde buena posición, en la contra el Celeste era mucho mas peligroso, una escapada de Núñez produjo un mano a mano de Lutzky quien trató de cambiarle el palo al arquero, la pelota pegó en el poste y salió.
El partido no tenía muchas llegadas pero la defensa Celeste la pasaba un poco mas tranquila que la visitante.
Con la fórmula de todo el partido Temperley llegó al gol, presión sobre la defensa, Sardi que se equivoca, Núñez cruza para la izquierda por donde entraba solo Quevedo, el ex Estudiantes frente a la salida de Aguirre, se la pone por arriba de la cabeza al segundo palo en una excelente definición. Uno a cero.
En el final un tiro de afuera de Luppino fue bien contenido por Crivelli.
Temperley pudo haber definido el partido en los primeros quince minutos del complemento. No exageramos si decimos que el Celeste tuvo cinco situaciones claras de gol, algunas increibles como el mano a mano de Lutzky que salvó Aguirre y la que el mismo Lutzky marró por arriba del travesaño solo en el area chica y con el arquero vencido tras un centro de Luis Rodríguez. Maxi Núñez tuvo otras tres que fueron contenidas por el arquero visitante o se le fueron apenas desviadas.
Los Andes estaba descontrolado en defensa, y la falta de serenidad de los delanteros locales le impidieron ampliar la diferencia.
Tras este aluvión de Temperley, el partido se hizo cortado y sin situaciones.
Mucho fue lo que se habló en la semana tras la lesión de Mendoza sobre quien debía ser el arquero Celeste. Con todo respeto para con Federico Crivelli quien tuvo una correcta actuación, fue tan mediocre lo del visitante en los últimos treinta minutos del partido en ataque que podría haber jugado el arquero de la novena y hubiera sido lo mismo.
Salvo algunos centros cruzados sobre el área, bien rechazados por la defensa local, y un remate sobre el travesaño del ingresado Avalos en el final del partido, no hubo situaciones de gol del visitante ni acciones que inquietaran a Crivelli.
En Temperley, el cansancio de Quevedo y Luis Rodríguez hicieron que los delanteros quedaran un poco aislados y tampoco llegó mas.
Como decíamos al principio, un final muy festejado, en parte porque enfrente estaba el clásico rival, pero sin dudas, la mayor satisfacción de la gente fue por haber tenido un equipo que dentro de la cancha defendiera nuestra camiseta, con tanta dignidad.
sábado, septiembre 22, 2007
Sosa salvó el incendio
Comentario del partido entre Temperley 1 - Defensores de Belgrano 1 jugado el Sabado 22 de Septiembre de 2007 en el Beranger
Cuando una persona pensante, avanza y se golpea la cabeza contra la pared, lo mas lógico es que trate de rodearla, saltarla o eventualmente intente romper la pared con algún otro instrumento. No es lógico que intente una y otra vez golpear la pared con la cabeza dejando la misma en el mismo lugar y solo consiguiendo dañarse a si mismo.
Esta es la imagen que hoy nos dio José Barrella. Un técnico cabeza dura que, trata de cambiar una historia insistiendo con sus esquemas y sus errores. Frente al evidente fracaso de este esquema con estos mismos jugadores y esta misma actitud, el técnico, no cambia insiste con lo mismo y paso a paso, se va aproximando solo, sin que nadie lo empuje a un precipicio que solo lo puede salvar un triunfo frente a Los Andes.
Preguntarnos que buscó Barrella en este partido, es casi un insulto a la inteligencia de los hinchas Celestes. En los cuatro partidos anteriores el equipo jugó decididamente mal, sin sorpresa, ni nada parecido al fútbol. No podemos decir que el equipo o su conductor buscó algo distinto pues fueron los mismos jugadores, con el mismo esquema que, como es lógico decir, tuvieron como resultado el mismo rendimiento.
La diferencia respecto a partidos anteriores, es que en esta oportunidad el equipo no tuvo la tranquilidad defensiva de otros encuentros. Un rival con problemas y muchas limitaciones que solo ingresó al área celeste en cuatro oportunidades, le metió tres jugadas claras no concretadas y un gol. Sin dudas la figura del Celeste fue Lisandro Mendoza quien salvó en algunos casos en forma casi milagrosa, la valla local frente a los errores y horrores de la defensa.
Comentar el primer tiempo de Temperley se puede resumir en una sola palabra: Espantoso. El equipo no hilvanó una sola jugada de peligro, ni mucho menos una sola jugada asociada que arrimara al equipo cerca del área rival. El Celeste no jugó a nada y el rival, con muy poco, era superior. Francés le copó la parada a Giannunzio en el medio, Cortes superaba con facilidad a Molina cada vez que lo encaraba y solo la inexistencia de peligrosidad en los delanteros visitantes hizo que Lisandro Mendoza pasara pocos sobresaltos, de hecho, la jugada de peligro mas clara antes del gol fue una pelota peinada hacia atrás por Sosa que el arquero Celeste sacó de un ángulo al corner.
Pero bastó que Cortés gambeteara con facilidad a Molina por enésima vez, que toda la defensa quedara a contrapié y Díaz no llegara a cerrar el centro para que con un taco Minadevino abriera el marcador. En ese momento se podía decir que abría el marcador el equipo que mas lo buscaba.
¿Temperley?, seguía sin jugar a nada y marrando cada una de las pelotas paradas pues, en todos los casos, los centros fueron a la altura de las rodillas de los atacantes. Algo que es dificil de creer.
"Pagaron el pato" Gozzarelli y Díaz, siendo reemplazados en el complemento por Caballero y Quevedo, pero cualquiera de los otros ocho jugadores de campo que hubiera salido, también hubiera estado bien.
Nada cambió. Núñez seguía tan enredado como en la etapa inicial, Nieto sin aparecer, los delanteros perdidos y sin recibir juego y el resto de los volantes luchando contra los rivales y sus propias limitaciones. Apenas un par de remates de media distancia de Quevedo, inquietaron levemente a Kadijevich. Ingresó Maldonado por Nieto y nada cambió. Temperley atacaba, el rival le cedía muy tranquilo la iniciativa pues lo del Celeste era de pobre para abajo. La furia en la gente estaba contenida, pero hasta ese momento no se desataba.
Defensores mostraba muchas debilidades a la hora de defender, en especial las pelotas cruzadas desde la izquierda del ataque Celeste, el aviso fue un centro de Quevedo, un tanto llovido al cual Caballero, solo, no pudo darle fuerza a su cabezazo y el mismo salió debil a las manos del arquero, sin embargo pocos minutos después otro centro de Quevedo con toda la defensa visitante mirando encontró solo a Impallari, el arquero Kadikevich, en la desesperación de taparlo, salió con los tapones de punta hacia la humanidad del delantero Celeste convirtiendo penal y ganándose la expulsión.
En un momento caliente, tomó la responsabilidad un veterano, Pablo Caballero, quien le pegó un tanto debil a la derecha facilitando la atajada del arquero Andina Silva. En ese momento "explotó" la gente, insultando a todos, desde Caballero, pasando por el técnico y a cada uno de lo jugadores.
Era un incendio la cancha que, en cierta forma, se mitigó con el gol de Sosa. Otro centro desde la izquierda le cayó a Caballero quien bajó la pelota, le quedó larga pero en la línea el juvenil defensor Sosa marcó el empate. Tras el festejo, volvió el repudio que siguió hasta que el último jugador Celeste abandonó el terreno de juego.
Mal partido de Temperley, mal planteo del técnico y mala actuación de los jugadores. ¿Es posible revertir esto?, no lo sabemos, pero de lo que estamos seguros es que el camino para recuperar a este equipo está muy lejos de lo que hoy se intentó.
Cuando una persona pensante, avanza y se golpea la cabeza contra la pared, lo mas lógico es que trate de rodearla, saltarla o eventualmente intente romper la pared con algún otro instrumento. No es lógico que intente una y otra vez golpear la pared con la cabeza dejando la misma en el mismo lugar y solo consiguiendo dañarse a si mismo.
Esta es la imagen que hoy nos dio José Barrella. Un técnico cabeza dura que, trata de cambiar una historia insistiendo con sus esquemas y sus errores. Frente al evidente fracaso de este esquema con estos mismos jugadores y esta misma actitud, el técnico, no cambia insiste con lo mismo y paso a paso, se va aproximando solo, sin que nadie lo empuje a un precipicio que solo lo puede salvar un triunfo frente a Los Andes.
Preguntarnos que buscó Barrella en este partido, es casi un insulto a la inteligencia de los hinchas Celestes. En los cuatro partidos anteriores el equipo jugó decididamente mal, sin sorpresa, ni nada parecido al fútbol. No podemos decir que el equipo o su conductor buscó algo distinto pues fueron los mismos jugadores, con el mismo esquema que, como es lógico decir, tuvieron como resultado el mismo rendimiento.
La diferencia respecto a partidos anteriores, es que en esta oportunidad el equipo no tuvo la tranquilidad defensiva de otros encuentros. Un rival con problemas y muchas limitaciones que solo ingresó al área celeste en cuatro oportunidades, le metió tres jugadas claras no concretadas y un gol. Sin dudas la figura del Celeste fue Lisandro Mendoza quien salvó en algunos casos en forma casi milagrosa, la valla local frente a los errores y horrores de la defensa.
Comentar el primer tiempo de Temperley se puede resumir en una sola palabra: Espantoso. El equipo no hilvanó una sola jugada de peligro, ni mucho menos una sola jugada asociada que arrimara al equipo cerca del área rival. El Celeste no jugó a nada y el rival, con muy poco, era superior. Francés le copó la parada a Giannunzio en el medio, Cortes superaba con facilidad a Molina cada vez que lo encaraba y solo la inexistencia de peligrosidad en los delanteros visitantes hizo que Lisandro Mendoza pasara pocos sobresaltos, de hecho, la jugada de peligro mas clara antes del gol fue una pelota peinada hacia atrás por Sosa que el arquero Celeste sacó de un ángulo al corner.
Pero bastó que Cortés gambeteara con facilidad a Molina por enésima vez, que toda la defensa quedara a contrapié y Díaz no llegara a cerrar el centro para que con un taco Minadevino abriera el marcador. En ese momento se podía decir que abría el marcador el equipo que mas lo buscaba.
¿Temperley?, seguía sin jugar a nada y marrando cada una de las pelotas paradas pues, en todos los casos, los centros fueron a la altura de las rodillas de los atacantes. Algo que es dificil de creer.
"Pagaron el pato" Gozzarelli y Díaz, siendo reemplazados en el complemento por Caballero y Quevedo, pero cualquiera de los otros ocho jugadores de campo que hubiera salido, también hubiera estado bien.
Nada cambió. Núñez seguía tan enredado como en la etapa inicial, Nieto sin aparecer, los delanteros perdidos y sin recibir juego y el resto de los volantes luchando contra los rivales y sus propias limitaciones. Apenas un par de remates de media distancia de Quevedo, inquietaron levemente a Kadijevich. Ingresó Maldonado por Nieto y nada cambió. Temperley atacaba, el rival le cedía muy tranquilo la iniciativa pues lo del Celeste era de pobre para abajo. La furia en la gente estaba contenida, pero hasta ese momento no se desataba.
Defensores mostraba muchas debilidades a la hora de defender, en especial las pelotas cruzadas desde la izquierda del ataque Celeste, el aviso fue un centro de Quevedo, un tanto llovido al cual Caballero, solo, no pudo darle fuerza a su cabezazo y el mismo salió debil a las manos del arquero, sin embargo pocos minutos después otro centro de Quevedo con toda la defensa visitante mirando encontró solo a Impallari, el arquero Kadikevich, en la desesperación de taparlo, salió con los tapones de punta hacia la humanidad del delantero Celeste convirtiendo penal y ganándose la expulsión.
En un momento caliente, tomó la responsabilidad un veterano, Pablo Caballero, quien le pegó un tanto debil a la derecha facilitando la atajada del arquero Andina Silva. En ese momento "explotó" la gente, insultando a todos, desde Caballero, pasando por el técnico y a cada uno de lo jugadores.
Era un incendio la cancha que, en cierta forma, se mitigó con el gol de Sosa. Otro centro desde la izquierda le cayó a Caballero quien bajó la pelota, le quedó larga pero en la línea el juvenil defensor Sosa marcó el empate. Tras el festejo, volvió el repudio que siguió hasta que el último jugador Celeste abandonó el terreno de juego.
Mal partido de Temperley, mal planteo del técnico y mala actuación de los jugadores. ¿Es posible revertir esto?, no lo sabemos, pero de lo que estamos seguros es que el camino para recuperar a este equipo está muy lejos de lo que hoy se intentó.
sábado, septiembre 15, 2007
El Cero fue barato
A priori, y por lo estrictamente numerico se enfrentaban dos de los peores equipos del torneo. Tras lo visto esta tarde en el Parque San Martín ambas escuadras confirmaron, y con creces esta ubicación. El partido fue, lisa y llanamente una falta de respeto para el “Charro” José Manuel Moreno quien gallardamente bautiza este estadio.
No es posible realizar este comentario sin dejar de señalar que el piso no estaba, para nada apto para llevar a cabo un encuentro normal de fútbol. El Celeste manteniendo su estructura tactica básica de los ultimos partidos, haciendo ingresar a Sosa por Virardi y, mas sorpresivamente a Gozzarelli por Caballero.
El Celeste se paró en línea de tres, Rodríguez sobrando y Sosa y Ratto cada uno por su sector tratando de cubrir las subidas de los rivales. Pocos metros delante, otra línea de tres con Molina Giannunzio y Diaz. Nuñez buscando transformarse en enganche y los dos delanteros, dificultados por su tamaño en maniobrar luchando con los marcadores mas que jugando.
El partido, en la etapa inicial fue un concierto de errores, resbalones y pelotazos sin sentido. Pero, apenas se había jugado un minuto cuando Nieto, llega a tocar un centro cruzado y a punto estuvo de abrir el marcador.
Sin embargo esta situación fue un espejismo. El poco futbol de la mitad de la cancha de Temperley, sumado a que el terreno era poco a poco cada vez mas intransitable, hizo que las intenciones se transformaran en solo eso, sin concretar nada.
Cada defensor de los dos equipos procuraba, al igual que en el Rugby poner la pelota por alto al terreno del rival para que todos, en montonera corrieran hacia ese sector. Hemos visto jugadas mas dignas a las del mundial que estamos viendo por televisión desde Francia, que a las de un partido de Futbol.
En un par de minutos, Temperley, casi sin buscarlo demasiado, se encontró con dos situaciones de gol. Primero fue un buen pase de Núñez para Impallari quien quedó cara a cara con el arquero pero entre su propia indecisión y las limitaciones del terreno de juego no pudo definir. Un minuto después Gozzarelli, en su única acción positiva buscó de emboquillada el adelantamiento del arquero Cardozo pero se le fue un metro afuera..
Poco a poco Merlo con la fuerza de Leonel García y la movilidad de Avalo comenzó a prevalecer, pero entre la seguridad de Diego Rodríguez y alguna buena atajada de Mendoza, el rival no tenía demasiados argumentos para inquietar.
Un hecho a remarcar de la etapa inicial, fue la muy mala utilización de las pelotas paradas que hizo el Celeste, en este primer tiempo tuvo varios centros sobre el área muy mal ejecutados, en particular por Nieto, Núñez y Molina.
El segundo tiempo de Temperley fue espantoso
Frente al último de la tabla el equipo salió decididamente a salvar el puntito. Si bien se logró el objetivo, la actitud del equipo, su nivel de juego y su estructura futbolística fue lamentable.
Con el ingresado Nro 18 Albornoz con un poco mas de movilidad, y algo mas de Avalo, el local encerró durante casi todo el complemento a Temperley, le metió varias situaciones de riesgo y estuvo a punto de ganarle el partido. El Celeste jugó todo este tiempo, con sus volantes mas adelantados a setenta metros del arco y revoleando la pelota a cualquier parte como mejor argumento ofensivo.
El piso estaba cada vez peor, pero estaba peor para ambos equipos, y en actitud, mas allá de sus serias limitaciones, era evidente que el local quería ganar, mientras que el Celeste, salvar un punto como si esto fuera un argumento importante o un logro deportivo significativo. No se entiende demasiado.
Los ingresos del debutante Salomone, Quevedo y Maldonado no le aportaron al equipo nada muy distinto a lo de los jugadores que salieron.
El final fue un desahogo, casi un alivio para los pocos hinchas de Temperley entremezclados en la parcialidad local.
Los jugadores destacados en Temperley estuvieron en la línea defensiva, buena tarea de Diego Rodríguez, aceptable lo de Sosa y, mas allá de alguna salida en falso, fue solvente la tarea del arquero Mendoza. De mitad de cancha hacia delante: Nada de Nada, todo gris como la tarde.
No es posible realizar este comentario sin dejar de señalar que el piso no estaba, para nada apto para llevar a cabo un encuentro normal de fútbol. El Celeste manteniendo su estructura tactica básica de los ultimos partidos, haciendo ingresar a Sosa por Virardi y, mas sorpresivamente a Gozzarelli por Caballero.
El Celeste se paró en línea de tres, Rodríguez sobrando y Sosa y Ratto cada uno por su sector tratando de cubrir las subidas de los rivales. Pocos metros delante, otra línea de tres con Molina Giannunzio y Diaz. Nuñez buscando transformarse en enganche y los dos delanteros, dificultados por su tamaño en maniobrar luchando con los marcadores mas que jugando.
El partido, en la etapa inicial fue un concierto de errores, resbalones y pelotazos sin sentido. Pero, apenas se había jugado un minuto cuando Nieto, llega a tocar un centro cruzado y a punto estuvo de abrir el marcador.
Sin embargo esta situación fue un espejismo. El poco futbol de la mitad de la cancha de Temperley, sumado a que el terreno era poco a poco cada vez mas intransitable, hizo que las intenciones se transformaran en solo eso, sin concretar nada.
Cada defensor de los dos equipos procuraba, al igual que en el Rugby poner la pelota por alto al terreno del rival para que todos, en montonera corrieran hacia ese sector. Hemos visto jugadas mas dignas a las del mundial que estamos viendo por televisión desde Francia, que a las de un partido de Futbol.
En un par de minutos, Temperley, casi sin buscarlo demasiado, se encontró con dos situaciones de gol. Primero fue un buen pase de Núñez para Impallari quien quedó cara a cara con el arquero pero entre su propia indecisión y las limitaciones del terreno de juego no pudo definir. Un minuto después Gozzarelli, en su única acción positiva buscó de emboquillada el adelantamiento del arquero Cardozo pero se le fue un metro afuera..
Poco a poco Merlo con la fuerza de Leonel García y la movilidad de Avalo comenzó a prevalecer, pero entre la seguridad de Diego Rodríguez y alguna buena atajada de Mendoza, el rival no tenía demasiados argumentos para inquietar.
Un hecho a remarcar de la etapa inicial, fue la muy mala utilización de las pelotas paradas que hizo el Celeste, en este primer tiempo tuvo varios centros sobre el área muy mal ejecutados, en particular por Nieto, Núñez y Molina.
El segundo tiempo de Temperley fue espantoso
Frente al último de la tabla el equipo salió decididamente a salvar el puntito. Si bien se logró el objetivo, la actitud del equipo, su nivel de juego y su estructura futbolística fue lamentable.
Con el ingresado Nro 18 Albornoz con un poco mas de movilidad, y algo mas de Avalo, el local encerró durante casi todo el complemento a Temperley, le metió varias situaciones de riesgo y estuvo a punto de ganarle el partido. El Celeste jugó todo este tiempo, con sus volantes mas adelantados a setenta metros del arco y revoleando la pelota a cualquier parte como mejor argumento ofensivo.
El piso estaba cada vez peor, pero estaba peor para ambos equipos, y en actitud, mas allá de sus serias limitaciones, era evidente que el local quería ganar, mientras que el Celeste, salvar un punto como si esto fuera un argumento importante o un logro deportivo significativo. No se entiende demasiado.
Los ingresos del debutante Salomone, Quevedo y Maldonado no le aportaron al equipo nada muy distinto a lo de los jugadores que salieron.
El final fue un desahogo, casi un alivio para los pocos hinchas de Temperley entremezclados en la parcialidad local.
Los jugadores destacados en Temperley estuvieron en la línea defensiva, buena tarea de Diego Rodríguez, aceptable lo de Sosa y, mas allá de alguna salida en falso, fue solvente la tarea del arquero Mendoza. De mitad de cancha hacia delante: Nada de Nada, todo gris como la tarde.
sábado, septiembre 08, 2007
Imágenes repetidas
Comentario del partido entre Temperley 0 - Armenio 0 jugado el sabado 8 de Setiembre de 2007 en El estadio Alfredo M. Beranger
El problema fue que Molina y Díaz tuvieron un muy mal partido con la pelota en los pies, Giannunzio que poco a poco va recuperando su nivel, tampoco tiene en su fuerte el traslado y la habilitación correcta a los delanteros, por ende Temperley salía del fondo y de la mitad de la cancha con largos envíos a dividir. Recordemos que tanto Nieto como Nuñez miden, aproximadamente, 1,65 cada uno, por ende era imposible que se pudieran hacer de la pelota y en las pocas oportunidades que lo hicieron , no lograron ni desnivelar ni habilitar adecuadamente a los delanteros.
Todos los años los hinchas Celestes tienen un partido al cual van con un rictus amargo y resignado. El de hoy fue "El partido con Armenio" de todos los años, el cual ya hemos visto muchas veces en el Beranger. Un equipo limitado pero muy ordenado con un par de jugadores que manejan bien la pelota y otros luchadores de la categoría que han complicado a cada uno de los planteles Celestes de los últimos años. A veces alguno de los dos equipos hace un gol, a veces se juega levemente peor, o levemente mejor pero casi siempre los partidos son horribles, mal jugados y terminan cero a cero. Hoy no fue la excepcion.
El cuerpo técnico de Temperley para explicar lo sucedido hoy va a tener que apelar a excusas mas imaginativas que la del viento, el mal piso o la mala suerte. El Celeste hoy jugó en el Beranger, con un piso como pocas veces, con condiciones ideales para jugar al futbol (un poco alta la humedad quizas), y frente a un rival limitado y que le cedió el protagonismo desde el mismo comienzo del partido.
Con Pajón nuevamente en el banco, el planteo de hoy (al menos eso suponemos) fue el de tratar de recuperar rápidamente la pelota con tres volantes de marca (Molina, Díaz y Giannuzio), y habilitar a Nuñez y Nieto para que estos, con velocidad, desnivelaran y habilitaran a los delanteros.
El problema fue que Molina y Díaz tuvieron un muy mal partido con la pelota en los pies, Giannunzio que poco a poco va recuperando su nivel, tampoco tiene en su fuerte el traslado y la habilitación correcta a los delanteros, por ende Temperley salía del fondo y de la mitad de la cancha con largos envíos a dividir. Recordemos que tanto Nieto como Nuñez miden, aproximadamente, 1,65 cada uno, por ende era imposible que se pudieran hacer de la pelota y en las pocas oportunidades que lo hicieron , no lograron ni desnivelar ni habilitar adecuadamente a los delanteros.
Adelante, como ya hemos señalado, ninguno de los dos delanteros Celestes tienen como caracteristica generar por si mismos peligro, por ende, jugaban de espaldas al arco y perdiendo muchas mas veces de las que ganaban.
Una corrida de Caballero que terminó con un remate mordido, una jugada enredada en el area entre Impallari y Nieto que no pudieron pegarle el puntazo a la pelota y algunos remates del mismo Giannunzio que terminaron muy lejos del arco. Fuera de esto nada mas. El visitante por su parte trataba de buscar el contragolpe a traves de su mejor jugador, el Pelado Cisterna, pero tampoco pudo inquietar a Mendoza.
En el complemento a los 2' Temperley tuvo un cabezazo de Ratto que el arquero visitante sacó con dificultad por arriba del travesaño. A los 16' un desborde de Nuñez por derecha en su única acción positiva para el equipo, provocó una chilena de Caballero que se fue a un metro del palo derecho de Luca. Temperley era pura impotencia e improductividad.
José Barrella buscó las variantes en el banco pero Maldonado y Quevedo, no lograron hacer mucho mas que Nieto y Núñez, apenas un remate desde afuera de Maldonado, tras pase de Quevedo que se fue a dos metros del arco cuando Luca se arrojaba y no llegaba.
En el resto del complemento nada mas sucedió, salvo por la patada en la cabeza que recibió Virardi que lo obligó a salir de la cancha.
Otro paso en falso del Celeste y un partido con casi nada para rescatar.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)